Después de que el canciller Olaf Scholz perdiera la moción de confianza convocada en el Bundestag el 15 de diciembre, el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, ha formalizado la disolución del parlamento y ha convocado elecciones para el 23 de febrero del 2025. El mandatario ha cumplido con el procedimiento iniciado después del fracaso de Scholz para mantenerse en el cargo y la fecha respeta los términos establecidos por el artículo 39 de la Ley Fundamental, que estipula que los comicios se tienen que efectuar en un plazo de 60 días después de la disolución de la cámara. El tripartito que componía el gobierno, formado por socialdemócratas, liberales y verdes, colapsó este mes de noviembre a causa de las discrepancias del canciller con el ministro de Finanzas y líder del Partido Liberal, a Christian Lindner, que derivaron en la salida de la formación de la coalición.

El presidente Steinmeier ha calificado la medida de excepcional en la historia política del país, porque considera que la estabilidad es uno de los activos más valiosos del Bundestag. En un discurso realizado desde el palacio de Bellevue, el mandatario ha declarado que "en tiempos difíciles como los actuales, la estabilidad requiere un gobierno capaz de actuar y mayorías fiables en la cámara baja". "Según la votación sobre la moción de confianza, el gobierno actual ya no tiene mayoría, pero tampoco he podido reconocer en las conversaciones mayorías para un gobierno de composición diferente", ha dicho.

Steinmeier había abierto un proceso de conversaciones con todas las formaciones políticas del parlamento para evitar la convocatoria de los nuevos comicios. En este sentido, el mandatario se ha mostrado "convencido de que la celebración de nuevas elecciones es ahora el camino correcto por el bien de nuestro país". "Ha llegado el momento de que la resolución de problemas vuelva a ser la tarea central de la política", ha añadido el presidente en el discurso a la población.

Los sondeos impulsan a la derecha

El favorito para el próximo 23 de febrero es el bloque conservador, encabezado por la Unión Demócrata Cristiana. La formación liderada por Friedrich Merz es la primera en los sondeos sobre intención de voto y, según el barómetro político de la cadena de televisión pública ZDF, ronda el 31%. Asimismo, el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) figura en segunda posición, con un 19%, cuatro puntos por encima del Partido Socialdemócrata de Olaf Scholz. El magnate norteamericano Elon Musk dio su apoyo a la AfD hace una semana a través de su red social, X. El propietario de Tesla, que tendrá un cargo en la futura administración republicana del presidente electo Donald Trump, aseguró que solo hay un partido que "puede salvar a Alemania", en referencia a la formación extremista de Alice Weidel.