La polémica por el vídeo de la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, de fiesta ha adquirido una dimensión enorme. Tanto es así que la oposición le exigió, una vez se difundieron estas imágenes, que se hiciera un test de drogas para acreditar que no tomó ningún tipo de sustancia estupefaciente en la fiesta. Sanna Marin ha comparecido este viernes para anunciar que se ha sometido a una prueba de este tipo para "limpiar su reputación". Los resultados se harán públicos en una semana. "En los últimos días, se han hecho públicas acusaciones muy graves diciendo que consumo drogas. Por mi protección legal, aunque considero que la exigencia de un test de drogas no es razonable, hoy me he hecho una prueba para borrar todo tipo de sospecha", ha explicado la socialdemócrata.
Marin ha afirmado en la rueda de prensa que "nunca en la vida, ni siquiera durante mi juventud, he consumido drogas ni he visto a nadie delante mío tomarlas". "Ojalá viviéramos en una sociedad en la cual se pudiera confiar en mi palabra, pero como hay determinados sectores que quieren levantar estas sospechas, he decidido hacerme el test", ha sentenciado. La mandataria finlandesa ha añadido que a ella también le concierne "la presunción de inocencia y es por eso que me gustaría que no se hicieran estas acusaciones". Los partidos de la oposición pedían el test de drogas porque, en un momento dado del vídeo, se escucha a una persona gritar "la pandilla de la harina", un hecho que algunos han asociado al consumo de cocaína o de otro estupefaciente.
Todo deriva de la publicación de un vídeo en el que Sanna Marin aparece cantante y bailando con un grupo de amigos en una casa privada. Las imágenes las difundió un diario sensacionalista de Finlandia, Iltalehti. El vídeo lo habían subido a un grupo cerrado con menos de 100 seguidores en la red social Instagram, pero alguien las difundió abiertamente al público. Marin, disgustada por toda la controversia que el vídeo ha generado, se ha limitado a expresar que quiere "creer y confiar en la gente" y ha lamentado que "el material se haya hecho público a fin de que todo el mundo lo pueda ver". "Bailé, canté, me lo pasé bien y abracé a mis amigos, cosas que son completamente legales", ha concluido Marin.
Elecciones en nueve meses
Preguntada por las consecuencias políticas que pueden tener las imágenes, la primera ministra finlandesa ha apuntado que "todos los ciudadanos de Finlandia tienen derecho a juzgarme por mis actos y reflejar su opinión en las próximas elecciones", que tendrán lugar en abril de 2023. En los comicios parlamentarios de 2019, el Partido Socialdemócrata (del cual forma parte Sanna Marin) fue la primera fuerza con casi el 18% de los votos. La formación de centroizquierda no ganaba las elecciones desde hacía 20 años y también se convertía en la primera contienda electoral en la que ningún partido llegaba al 20% de los sufragios. Con este resultado, los socialdemócratas formaron coalición con el Partido del Centro, la Liga Verde, la Alianza de la Izquierda y el Partido Popular Sueco de Finlandia. La candidata investida fue Sanna Marin, que se convirtió en la jefa de gobierno más joven del mundo con 34 años. Las encuestas sitúan el Partido de Coalición Nacional al frente con casi un 24% de votos, pero el Partido Socialdemócrata también crecería hasta casi el 20%. El resto de socios de gobierno perderían comba, pero podrían seguir sumando mayoría en una cámara formada por 200 diputados.