El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, ha llegado a Kyiv este martes. Se trata de la primera visita a Ucrania de un alto funcionario norteamericano desde que el Congreso aprobó en abril un paquete de ayuda militar de 61.000 millones de dólares, es decir, 57 millones de euros. Funcionarios norteamericanos han dicho este lunes que estaban trabajando para acelerar la entrega de esta ayuda al frente. El Departamento de Estado de los Estados Unidos dijo que Blinken se reuniría con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y funcionarios ucranianos “para discutir las actualizaciones del campo de batalla, el impacto de la nueva asistencia económica y de seguridad de los Estados Unidos, la seguridad a largo plazo y otros compromisos, y el trabajo en curso para impulsar la recuperación económica de Ucrania”.
Los funcionarios ucranianos han dicho que solo unos pocos centenares de residentes permanecían en la ciudad nordoriental de Vovchansk, en las afueras de Járkov, en medio de batallas campales. Rusia estaba atacando nuevas zonas con pequeños grupos para intentar ampliar el frente y estirar las fuerzas ucranianas, afirmó al gobernador regional de Járkov, Oleh Siniehubov. “La situación es difícil”.
Rusia sigue avanzando a Ucrania
El ejército ucraniano reconoció que Rusia “estaba consiguiendo un éxito táctico” después de lanzar su ataque terrestre a Járkov el viernes. El canal de Telegram DeepState, próximo al ejército ucraniano, dijo que Rusia había tomado unos 100 kilómetros cuadrados (39 millas cuadradas) de territorio. Ucrania estaba lanzando “fuegos constantes”, incluso con drones, “pero lamentablemente eso no los detiene”, afirmó el canal.
Bombas en bolsitas de té
El servicio de seguridad de Ucrania, el SBU, ha dicho que frustró una operación rusa en Kyiv para hacer estallar bombas camufladas en paquetes de té en mercados de constructores, y un coche bomba en el exterior de un café. Una empresa de defensa en la ciudad occidental de Lviv también habría sido un objetivo. Dos agentes militares rusos fueron detenidos bajo sospecha de participación y confiscaron 19 artefactos explosivos, según ha dicho la fiscalía general de Ucrania. El SBU ha constatado que las cuatro bombas de Kyiv estaban destinadas a detonar en la capital el 9 de mayo, cuando Rusia celebra la victoria sobre la Alemania nazi en 1945, en el marco del Día de la Victoria. El ataque en Lviv estaba previsto que tuviera lugar en febrero, dijo el SBU.