La triunfadora de las elecciones italianas del pasado 25 de septiembre, la ultraderechista Giorgia Meloni, se prepara para presentar la lista de ministros con los que buscará obtener el encargo del presidente Sergio Mattarella para formar un nuevo gobierno en el país. De esta forma, la política de extrema derecha pretende conseguir la aprobación del presidente italiano y la posterior ratificación del Parlamento antes de finales de mes. Hoy por hoy, sin embargo, la elección de ministros está lejos de completarse. Así pues, la clara victoria del bloque de la derecha a las elecciones de Italia no se está traduciendo en una formación rápida del nuevo ejecutivo italiano.
Las carteras que están produciendo más quebraderos de cabeza a Meloni son las de Economía, Interior y Exterior. En primer lugar, el líder del principal socio de gobierno, Matteo Salvini de la Liga, aspira a controlar la cartera de Interior, desde donde en el 2018 impulsó su férrea política de puertos cerrados a las ONG que rescatan inmigrantes. Precisamente, Salvini fue juzgado ahora hace un año por un supuesto delito de secuestro de personas para bloquear en el mar durante cerca de 20 días unos 150 migrantes rescatados por la ONG española Open Arms en el 2019. Matteo Salvini no descarta tampoco quedarse con el ministerio de Infraestructura, del cual depende la Guarda Costera que le permitiría desarrollar sus políticas antiinmigración.
Las exigencias de Silvio Berlusconi
El tercer partido del bloque de la derecha, Fuerza Italia de Silvio Berlusconi, estaría exigiendo, según apuntan diferentes medios italianos, las carteras de Justicia y al menos un ministerio entre Educación, Agricultura y Salud. La cartera de Justicia, epicentro de la guerra que mantuvo en las últimas décadas Berlusconi, asediado por escándalos sexuales, económicos y criminales, sería una de las exigencias del partido del empresario de 86 años. Además, el propietario de Mediaset también habría pedido para su partido el control de las televisiones públicas. Dos peticiones que cuadran a la perfección con todas sus viejas inquietudes como empresario. De momento, Giorgia Meloni no ha cedido en ninguno de los dos requerimientos.
El titular del ministerio de Economía es a estas alturas una incógnita. La idea de la política neofascista para esta cartera es convencer al expresidente del Banco Central Fabio Panetta, según apunta la prensa italiana, o bien dar continuidad al actual ministro de Economía, Daniele Franco. No obstante, los dos candidatos a ocupar este cargo estarían pugnando por ser el próximo gobernador del Banco de Italia y, a día de hoy, rehusarían la cartera de Economía. De hecho, esta es una de las carteras más relevantes sobre todo de cara al plan de recuperación europeo, del cual Italia es uno de los principales receptores, en torno a 200.000 millones de euros.
Tranquilidad de Giorgia Meloni
El ministerio de Exteriores sería para el número dos de Berlusconi y expresidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani. El fundador de Fuerza Italia aparece como el candidato más firme para la Cancillería. Una vez estén definidos los nombres de estas carteras, Meloni podrá presentar de manera oficial el gabinete para la aprobación del mandatario. En caso de no haber vetos del jefe del Estado, quedará formado el nuevo Ejecutivo, que tendrá un máximo de diez días para buscar el voto de confianza de la mitad más uno de los miembros de cada cámara para quedar definitivamente confirmado.
"No cambiaremos nuestras ideas políticas", ha tuiteado el partido de extrema derecha italiano, que no quiere dar aire a las informaciones de las dificultades de Meloni para formar el nuevo ejecutivo. "Los gobiernos son políticos cuando reciben un mandato popular, una guía política, una mayoría nacida de las urnas, y no a los palacios, y tienen un programa y una visión clara", ha asegurado Giorgia Meloni en un discurso poco claro sobre quién formará parte del nuevo gobierno de Italia. Por su parte, Matteo Salvini está en contacto constante con sus aliados y ha defendido "un optimismo creciente, sin vetos ni escollos". "Se confirma la determinación de encontrar un acuerdo global e igual a los retos que esperan Italia", han afirmado fuentes de la Liga.
Las presidencias de las dos cámaras
La XIX legislatura en Italia empieza este jueves con la primera sesión en la Cámara de los Diputados y al Senado. Paralelamente a la formación de un nuevo gobierno, otro obstáculo con que se han encontrado los tres futuros socios de gobierno es la elección de las presidencias de ambas cámaras de representantes italianas. Para presidente del Senado, Hermanos de Italia quieren que sea elegido uno de los fundadores y brazo derecho de Giorgia Meloni, el veterano Ignazio La Russa, mientras que la presidencia del Parlamento iría para la Liga con Riccardo Molinari. Por lo tanto, Fuerza Italia de Silvio Berlusconi se quedaría sin ninguna presidencia.