Se come en casi todas las comidas, se utiliza para hacer sushi, se transforma en dulces, se fermenta en alcohol y se ofrece a los espíritus en ceremonias religiosas. El arroz está presente en la dieta japonesa: existen al menos seis maneras de describir el grano, desde sin descascarillar hasta a punto para comer. Es tan popular que McDonald's añadió en su menú un pan de hamburguesa hecho con arroz. Pero la dependencia excesiva de este alimento básico deja al país —la cuarta economía mayor del mundo— vulnerable a la menor fallida en el suministro. En los últimos años, una combinación de mal tiempo, olas de calor y amenazas de tifones y terremotos han provocado episodios de compras de pánico en la nación de 124 millones de habitantes.
El precio medio de una bolsa de 60 kilos aumentó en torno a 146 euros el año pasado, un 55% más en comparación con hace dos años, según cifras del gobierno. La situación se ha vuelto tan grave que el gobierno anunció en febrero que subastaría 210.000 toneladas de arroz —más de una quinta parte de la reserva de contingencia—. Los primeros sacos de arroz de reserva ya están en venta en los supermercados.

El gobierno creó la reserva de arroz en 1995, dos años después de que un verano frío inesperado perjudicara las cosechas de arroz y le obligara a importar granos del extranjero. Volvió a abrir las puertas después del terremoto y tsunami de 2011, en los que murieron o desaparecieron 20.000 personas, y nuevamente después del mortal terremoto de Kumamoto en el 2016.
Países asiáticos con reservas de arroz
Otros países de Asia donde el arroz es un alimento básico, como India, Vietnam y Tailandia, también mantienen reservas de arroz para proteger sus poblaciones contra la escasez y el aumento de precios, que pueden tener repercusiones políticas, como el aumento reciente de los precios de los huevos en Estados Unidos. China también tiene una reserva estratégica de la carne preferida del país, la carne de cerdo, para hacer frente a emergencias y estabilizar los precios cuando sea necesario.

En Japón, el primer lote de 150.000 toneladas de arroz se subastó el mes pasado, según el Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca. "Los precios ahora son excepcionalmente altos", ha dicho el ministro de Agricultura, Silvicultura y Pesca, Taku Eto, antes de la subasta.
"Pero insto a todo el mundo a que no se preocupen", ha añadido, diciendo que esperaba que la inyección de arroz en el mercado significara que los precios "eventualmente bajaran". Eto también atribuyó los recientes aumentos de precios a un problema en la cadena de suministro, diciendo que había bastante arroz en el sistema, solo que no había conseguido llegar a los estantes de los supermercados, sin especificar por qué. A pesar de todo, tal como detalla la CNN, en un país que es particular con respecto a su arroz (con varias prefecturas compitiendo entre sí por el título de mejor arroz del país), algunos ya han dicho que preferirían no participar en este lote, escépticos sobre la calidad del grano.