En Marruecos, las parejas de ciudadanos del país o las conformadas por un extranjero y un local se encuentran con un gran muro a la hora de viajar por el país: no pueden compartir habitación. Solo podrán dormir juntos aquellos que están casados y tienen un certificado que lo demuestra. Esta ley de moral claramente conservadora no se aplica a los turistas extranjeros en un país tan turístico como Marruecos. Según informa El País, esta situación estaría a punto de acabar, ya que la ministra de Turismo, Fatim-Zahra Ammor, declaró que hay que levantar algunas restricciones que impiden a las parejas no casadas compartir una habitación de hotel.
Se trataría de un cambio radical en la política oral del país, la cual ha sido especialmente conservadora la última década. El miedo de ser detenido de madrugada y poder enfrentar hasta un año de prisión por dormir con tu pareja y no estar casados está más cerca de quedar en el pasado. El nuevo gobierno ligeramente más liberal y la misma voluntad del monarca marroquí, Muhammad VI, apuntan que las leyes morales se podrían relajar en los próximos años. El monarca anunció el año pasado la revisión de la mudawana, el código de familia basado en la ley islámica. Se trata de un anuncio sorprendente y arriesgado, tanto, que esta supuesta reforma todavía no se ha puesto en marcha.
Investigación por visados fraudulentos
El Ministerio de Asuntos Exteriores ha puesto en marcha una investigación por una presunta trama de corrupción por la venta fraudulenta para la concesión de visados Schengen en el seno del Consulado General de España en Tánger (Marruecos). La trama, juiciosa en junio por El Español, estaría funcionando desde hace cuatro años para facilitar la entrada de ciudadanos marroquíes a España y el resto del espacio europeo de libre circulación sin restricciones fronterizas. La investigación se ha iniciado después de que Exteriores tuviera conocimiento de la noticia y se está llevando a cabo con "total colaboración" del Consulado General a Tánger. Fuentes de la investigación hacen referencia a personas ajenas al Consulado General "están siendo objeto de una investigación por parte de la policía de Marruecos".
En concreto, las indagaciones se centran en dos trabajadoras españolas del consulado y en dos ciudadanos marroquíes más, que habrían actuado como intermediarios bajo la tapadera de una agencia de viajes de Tánger especializada en turismo. En esta, según el periódico digital, se contactaba con marroquíes que querían residir en España para ofrecerles un visado con contrato de trabajo a cambio de 15.000 euros. Sin embargo, solo les entregaban permisos Schengen de una duración máxima de 90 días, de manera que a los tres meses tendrían que volver al país de origen. Uno de los solicitantes de visados denunció los hechos a la policía y aportó grabaciones de audio de conversaciones mantenidas a través de WhatsApp.