Un tribunal turco ha impuesto este domingo prisión preventiva para el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoğlu, líder socialdemócrata, principal rival del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan. Este sábado el fiscal general de Estambul había pedido prisión preventiva para el alcalde de la ciudad. Después de ser interrogado durante horas, el fiscal remitió a İmamoğlu a un tribunal con la petición de enviarlo a prisión hasta que sea juzgado por las dos causas que se le imputan. Finalmente, la justicia ha ratificado la decisión de la fiscalía y decreta prisión provisional para el alcalde de Estambul. El alcalde está acusado de establecer una organización de delincuencia", "manipular una licitación" y "aceptar un soborno". En la segunda investigación se lo acusa de "ayudar a la organización terrorista PKK", es decir, al Partido de los Trabajadores del Curdistán, la guerrilla curda en Turquía. Con todo, el dictamen de la justicia se refiere a la acusación de corrupción y sobornos, una de las dos causas judiciales abiertas contra él, mientras que los jueces decidieron no imponer medidas en el juicio por presunta colaboración con un grupo terrorista.

İmamoğlu ha negado categóricamente todas las acusaciones, calificándolas de "calumnias inimaginables", y el Partido Republicano del Pueblo (CHP) acusa el gobierno de Erdogan de instrumentalizar la Justicia para eliminar a un oponente político de la carrera presidencialista. Se trata "de un proceso deliberado de descrédito", afirmó İmamoğlu.

Protestas y detenciones masivas

Continúan las protestas en Turquía después de la detención del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoğlu —rival político del presidente Erdogan— este miércoles, en el marco de una investigación judicial por supuesta corrupción y "colaboración con grupos terroristas". La detención de Imamoğlu ha desatado unas protestas históricas en Turquía, que no se veían desde la revuelta popular del Parque Gezi el año 2013, que buscan luchar contra el régimen de Recep Tayyip Erdogan. A pesar de las prohibiciones y la represión policial con gases lacrimógenos, cañones de agua y balas de goma, la población sale a manifestarse cada noche, y las protestas se están extendiendo a varias ciudades turcas, incluso, en bastiones del AKP históricamente dominados para el presidente Erdogan, como el mar Negro y el sureste del país. Los estudiantes, claves en las protestas, están preparando un boicot a las clases, mientras varios sindicatos han hecho un llamamiento a convocar una huelga general.

La detención del alcalde de Estambul se ha producido cuando el CHP se disponía a designarlo este domingo como su candidato oficial para las próximas elecciones presidenciales de 2028, y el partido ha anunciado que procederá a hacerlo, aunque, el líder no estará presente a causa de su arresto. Miles de personas se concentraron este sábado ante el Ayuntamiento de Estambul y en torno al Palacio de Justicia para pedir la liberación de Imamoglu y el fin del gobierno de Erdogan después de 23 años en el poder. Los manifestantes escucharon un discurso del actual líder del Partido Republicano del Pueblo (CHP), Ozgur Ozel, en las afueras del ayuntamiento, y después volvieron para levantar las barricadas, que la policía derrocó poco después. Las manifestaciones de este sábado, cuarta noche consecutiva, se produjeron en Ankara, Esmirna y otras ciudades turcas. La policía, que en los últimos días ha detenido a centenares de manifestantes, recurrió al chorro de agua y al gas pimienta para dispersar a la multitud.

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Protestas contra la detención de Ekrem Imamoğlu en Estambul / EFE

 

Los agentes de la policía efectuaron varias batidas en los hogares de decenas de líderes estudiantiles, activistas y políticos de partidos de izquierdas y los ha detenido. Además, también han ejecutado registros en residencias universitarias pocas horas después de las protestas multitudinarias que el viernes se prolongaron hasta la medianoche donde en Estambul fueron detenidas 56 personas por "incitar al odio a las redes sociales", aunque la Fiscalía ha emitido orden de arresto contra 94 personas por este motivo, informa la agencia a Anadolu. El ministro del Interior turco, Ali Yerlikaya, informó este sábado que la policía había detenido a 343 "sospechosos" en las protestas a una decena de ciudades. "No daremos ni una sola oportunidad a los provocadores que buscan el caos y amenazan el orden social, la paz y la seguridad de nuestra nación", advirtió.

Millones de personas salieron el sábado a las calles de todo el país, respondiendo al llamamiento del CHP, para protestar contra la detención el miércoles pasado de İmamoğlu. En esta convocatoria, el líder del CHP, Özgür Özel, calificó de golpe de Estado el arresto de İmamoğlu por cargos de corrupción y terrorismo.

Las autoridades de Estambul han ampliado la prohibición de reuniones, manifestaciones y protestas en la calle, inicialmente hasta este domingo, hasta la medianoche del miércoles, 26 de marzo, "para evitar actos delictivos, garantizar la seguridad nacional, proteger los derechos y libertades fundamentales y garantizar el orden público". Además, también han anunciado que "se restringirá la entrada y salida de vehículos" otras ciudades si se sospecha que sus integrantes tienen intención de participar en las protestas. Además, también se han limitado las comunicaciones, reduciendo la banda de ancha de internet, que complica el acceso a las redes sociales, como X, Instagram y WhatsApp, fundamentales por la organización y las movilizaciones ciudadanas.

Las amenazas de Erdogan

El presidente Erdogan ha advertido que no cederá a lo que ha calificado de "terrorismo de calle". Este sábado criticó al CHP por sus llamamientos a la movilización de la población en medio de las protestas contra la detención de İmamoğlu. "Utilizan el terror de calle contra la voluntad nacional. Están intentando crear una atmósfera de caos en las ciudades. Nuestras ciudades no se alinearán con la corrupción y la injusticia", ha afirmado Erdogan durante un acto de su formación, el Partido Justicia y Desarrollo (AKP) en Estambul, recogido por la televisión TGRT Haber. Erdogan ha afirmado que los días de "tomar las calles y secuestrar la voluntad nacional con organizaciones izquierdistas y vándalos se han acabado". "Dirigir la política y la justicia con terror de calle ha acabado. Turquía es un Estado de derecho. Dejad que la democracia y la ley funcionen, si os atrevéis. Que los tribunales decidan sin ninguna presión", ha apelado. El mandatario turco considera que el principal partido de la oposición turca "está en manos de ladrones" y apoya así veladamente las especulaciones de una posible intervención de la formación a través de una gestora externa.