Cientos de personas marcharon este lunes por las calles de Manhattan (Nueva York, EEUU) para mostrar su ira y repulsa por el incidente ocurrido en Kenosha (Wisconsin) en el que un afroamericano recibió varios disparos en la espalda de la policía cuando se alejaba de los agentes.
La protesta comenzó a las 5 de la tarde en la céntrica plaza de Times Square para después desplazarse por la Quinta Avenida de Manhattan hasta Washington Square Park. Durante la marcha, los asistentes, que portaban retratos de la víctima, Jacob Blake, gritaban "¿Cómo se escribe asesinos? NYPD (Policía de Nueva York)" o "Estos policías racistas deben desaparecer".
A la cabeza de la marcha, los manifestantes portaban un gran cartel que pedía la dimisión tanto del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como del vicepresidente, Mike Pence.
La manifestación se produce después de que el domingo Blake recibiera varios disparos en la espalda y de cerca por agentes de policía, un incidente captado en vídeo y que ha desatado una ola de indignación. Blake se encuentra en el Hospital Froedtert de Milwaukee en estado grave, informaron este lunes las autoridades locales.
El incidente se produce después de las multitudinarias protestas por la muerte el 25 de mayo en Minneapolis (Minnesota) de George Floyd, que fue asfixiado por un policía blanco.
Incidentes en Wisconsin
Pocas horas después del incidente, la ciudad de Kenosha (Wisconsin), donde tuvo lugar, ya registraba protestas.
Alrededor de las 10 de la noche hora local, los manifestantes marcharon hacia el Edificio de Seguridad Pública de Kenosha coreando "Sin justicia, no hay paz".
Una hora más tarde un camión municipal de recolección de basuras, colocado para impedir el paso hacia la jefatura de policía, quedó envuelto en llamas mientras la policía disparaba granadas de gas lacrimógeno, muestras las imágenes de medios locales.
Algunos manifestantes también rompieron los cristales de algunos comercios y quemaron vehículos que estaban estacionados en la calle.
Las autoridades locales declararon el estado de emergencia e impusieron un toque de queda, que comenzó a medianoche y se prolongó hasta las siete de la mañana de este lunes.