El vice primer ministro italiano Matteo Salvini, de la euroescéptica Liga, ha aprovechado el hundimiento del puente Morandi, en Génova, para cargar contra la Unión Europea. Ha asegurado que los recortes impuestos por las instituciones europeas son las responsables de la falta de mantenimiento de las infraestructuras italianas. En seguida ha caído sobre él una multitud de críticas, que le recordaban que el control del mantenimiento de las infraestructuras era una responsabilidad de su gobierno.
El socio de gobierno de la Liga, el Movimiento 5 Estrellas, se ha visto muy seriamente tocado por el hundimiento del viaducto. En una publicación del movimiento, en 2013, se había publicado un artículo que cargaba contra las críticas al puente, calificándolas de "fábula" y se afirmaba que el viaducto Morandi "duraría 100 años" con un "mantenimiento ordinario con coste estándar". El Movimiento 5 Estrellas había defendido que era "inútil" plantear una alternativa al puente Morandi para aliviar su tráfico, y había acusado a los partidos que la defendían, como el Partido Democrático, de ser "el partido del cemento", garantes de los intereses de las grandes empresas constructoras. El humorista Beppe Grillo, líder de los estrellados, defendió personalmente el puente Morandi y ahora esto le está pasando factura.