El presidente en el exilio y eurodiputado de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont, ha cargado contra el exministro de Exteriores español y actual jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, por acusar a la justicia rusa de estar politizada. "La politización de la justicia es inaceptable", ha dicho en un tuit Borrell.
Russian authorities must respect Alexei @navalny's rights and release him immediately.
— Josep Borrell Fontelles (@JosepBorrellF) January 17, 2021
Politicisation of the judiciary is unacceptable.
Your are right: the politicization of the judiciary is unacceptable... everywhere. Do you remember the two reports of the UN Working Group on the Arbitrary Detention of Catalan Political Prisoners? They call for the immediate release of all of them... but Spain still ignores it. https://t.co/IgN6cI6uUa
— Carles Puigdemont (@KRLS) January 18, 2021
Borrell ha hecho este comentario después de la detención del opositor ruso Alexei Navalni este domingo después de aterrizar en Rusia proveniente de Alemania. "Las autoridades rusas tienen que respetar los derechos de Alexei Navalni y ponerlo en libertad inmediatamente", ha apuntado.
Puigdemont reprocha a Borrell que hable de "politización de la justicia" y le recuerda los informes de las Naciones Unidas y del Grupo de Detenciones Arbitrarias sobre los presos políticos catalanes: "Ellos piden la liberación inmediata de los presos pero España todavía los ignora".
El tuit del exministro español se ha llenado de respuestas de tuiteros criticándolo por su posición ante los presos independentistas:
Spanish authorities must respect Oriol @junqueras rights and release him immediately.
— Marc Creus (@marc_creus) January 17, 2021
Politicisation of the judiciary is unacceptable.
🤣🤣🤣🤣🤣nothing to say about spanish politicisation of the judiciary?..
— M.Rajoy #FemXarxa (@BoteyVictoria) January 17, 2021
Spain pic.twitter.com/4nMxhCcby4
— VAbella ||*|| (@VAbellaL) January 17, 2021
La detención de Navalni
El opositor ruso, Alexéi Navalni, ha sido detenido este domingo en el aeropuerto de Xeremétievo, donde ha aterrizado después de que las autoridades hayan desviado su vuelo. En un inicio tenía que llegar al aeropuerto de Moscú-Vnúkovo, donde estaban sus partidarios.
El opositor estaba bajo la amenaza de una orden de detención, que se podía activar en el momento en que llegase al país. Así lo han confirmado diferentes medios rusos, que también han explicado que se han vivido momentos de tensión entre los manifestantes que lo habían ido a recibir y los cuerpos de seguridad. También se han producido varias detenciones.
El opositor vuelve por primera vez al país después de ser víctima de un intento de envenenamiento con el agente nervioso Novichok, del cual acusa al Kremlin.