Una de las grandes propuestas de campaña de Donald Trump fue reducir el tamaño del gobierno federal, tarea que cae en las manos de uno de sus principales donantes: Elon Musk. El nuevo Gabinete de Trump ya se ha puesto en marcha para reducir el número de funcionarios de todo tipo de sectores de la administración pública. Sin embargo, ahora le ha llegado el turno a la Agencia Central de Inteligencia (CIA), convirtiéndose en la primera gran agencia de seguridad al ofrecer a sus trabajadores una indemnización para que abandonen voluntariamente su puesto de trabajo.
Según han publicado The Wall Street Journal y la CNN, la oferta consiste en una indemnización de ocho meses de sueldo y otros beneficios para aquellos trabajadores que dejen su lugar de trabajo. Esta oferta ha llegado a la plantilla de la agencia mayor de espionaje de los Estados Unidos (EE.UU.). Además, la CIA ha congelado las nuevas contrataciones.
Todo tiene lugar bajo el mando del nuevo director de la CIA, John Ratcliffe, un político extremadamente leal a Trump que ha sido confirmado por el Senado en su cargo recientemente. Un portavoz de la agencia ha confirmado que la decisión de ofrecer indemnizaciones forma parte de los esfuerzos de Ratcliffe para "garantizar que la fuerza de trabajo de la CIA responda a las prioridades de seguridad nacional de la Administración", y añadió que "forma parte de una estrategia holística por dar energía renovada a la agencia".
Aunque la CIA es uno de los pilares de la seguridad de los Estados Unidos, Trump y sus aliados han afirmado recurrentemente en el pasado que los oficiales de inteligencia de la agencia forman parte de un "estado profundo" que pretende perjudicarlos. Bajo esta bandera, el trumpismo se ha vuelto hostil hacia la CIA en los últimos años y, en especial, durante la última campaña.
El plan es deshacerse de 2 millones de funcionarios
Los trabajadores de la CIA no son los primeros a recibir una oferta para dejar voluntariamente sus puestos de trabajo. A finales de enero, el gobierno de Trump envió un correo a miles de funcionarios afirmando que si renuncian antes del 6 de febrero podrán acceder a un paquete de indemnización de aproximadamente ocho meses de salario y beneficios. Es decir, una oferta similar a la de la CIA. Sin embargo, en aquella ocasión el mail se dirigía a todos los empleados federales a tiempo completo, excepto personal militar, los componentes del Servicio Postal y los que trabajan en la aplicación de la ley de inmigración o la seguridad nacional. Con todo aspiraba a deshacerse de dos millones de funcionarios