El presidente ruso, Vladímir Putin, ha dejado la puerta abierta un posible acuerdo para poner fin a la guerra. Ahora bien, al mismo tiempo que lo afirmaba, también exponía que su "operación militar especial" continuaba su plan. "El proceso de liquidación conjunto, sí, probablemente será difícil y llevará tiempo. Pero de una manera u otra, todos los participantes en este proceso tendrán que estar de acuerdo con las realidades que se están configurando sobre el terreno". Así se ha manifestado el líder ruso durante una rueda de prensa desde Bishkek, en Kirguistán. Ucrania, de momento, no se ha pronunciado, pero siempre ha constatado que no habría negociaciones con Putin.
También es curioso que los comentarios lleguen justo después de lo que parecía que el mismo Putin preparaba su población para una guerra larga y prolongada con Ucrania, diciendo que la operación militar podría ser un "proceso largo". Al principio los altos comandantes rusos pronosticaban una guerra rápida, ahora, casi 10 meses después del inicio de la guerra, la perspectiva ha cambiado un poco e incluso, las tropas rusas se han tenido que retirar de algunos puntos, como de Jersón. A pesar de eso, Putin repite que "todo va sobre el previsto. No hay preguntas ni problemas".
Putin explica por qué ataca la red eléctrica
Estas declaraciones desde Bishkek llegan justo después de que el mismo Putin. "Hay mucho ruido sobre nuestros ataques a la infraestructura energética del país vecino. Sí, hacemos eso. Sin embargo, ¿quién empezó?". El líder ruso habría pronunciado estas palabras en una ceremonia de entrega de premios en el Kremlin, según expone la agencia Agence France-Presse. Y habría dicho, además, que las críticas "no interferirían con nuestras misiones de combate". Unas palabras extrañas y un discurso sorprendente.
Bebiendo lo que podría ser vino espumoso, también habló sobre Donetsk, Putin también ha hablado. "No suministrar agua en una ciudad de más de un millón de habitantes es un acto de genocidio". Así, ha acusado también Occidente de "completo silencio" sobre todo eso y parcialidad contra Rusia. "Tan pronto como nos movemos y hacemos alguna cosa en respuesta, hay una desazón y un clamor que se extiende por el universo", ha manifestado. Rusia se ha enfrentado a afirmaciones que sus ataques a los sistemas de energía y eléctricos de Ucrania equivalen a crímenes de guerra.
No, Putin no está borracho.
— Xavier Colás (@xaviercolas) December 8, 2022
Por eso es llamativo cómo patina en su argumentario habitual. Reconociendo ataques ucranianos que antes eran casi 'averías', confundiendo los problemas de agua de Crimea con Donetsk y llamando"genocidio"a algo que Rusia está haciendo a gran escala en🇺🇦 pic.twitter.com/bKMTgCGzeI
El vídeo, difundido por el canal de televisión estatal ruso Zvezda, muestra Putin sosteniendo un vaso mientras habla sobre el destino de decenas de millones de ucranianos. Ucrania ha rechazado previamente las afirmaciones de Moscú que los ataques a las instalaciones eléctricas del país han sido una represalia por el ataque al puente de Kerch, en Crimea.
La agencia de inteligencia de defensa de Ucrania afirmó que las unidades militares rusas habían recibido instrucciones del Kremlin para preparar ataques masivos con misiles una semana antes del ataque al Puente de Crimea. A lo largo de la guerra, periodistas, organizaciones independientes y funcionarios ucranianos también han documentado ataques rusos contra edificios e infraestructuras civiles. Putin acusó a Kyiv de hacer volar por los aires las líneas eléctricas de la planta de energía nuclear de Kursk y de no suministrar agua a Donetsk en el este de Ucrania. En este sentido, el fiscal general ucraniano, Andriy Kostin, dijo el mes pasado que los ataques de Rusia a la red eléctrica ucraniana fueron un acto de genocidio.
"Nos quieren matar"
"Nunca esperamos que intentaran destruir la infraestructura civil de nuestras ciudades. Es genocida. Es terrorismo", ha explicado el alcalde de Kyiv, Vitali Klitchkó. "Quieren congelar la población civil. Quieren matarnos. Quieren tener una Ucrania sin ucranianos". En una conversación con el diario The Guardian, la máxima autoridad de Kyiv destaca que el ejército hace caer misiles que Rusia dispara contra Kyiv. Hace dos semanas, estuvimos cerca de un apagón total. Entonces la temperatura estaba por encima del punto de congelación, pero imagina si la misma situación se produjera ahora, cuando la temperatura fuera está cerca de los 10 grados bajo cero y sin electricidad, agua o calefacción. Las consecuencias serían desastrosas". "En aquel ataque, casi toda la ciudad se quedó sin luz. Durante las siguientes 12 horas estuvimos trabajando día y noche para recuperar la energía", constataba.