Vladímir Putin ha admitido que el ataque de Moscú fue obra de islamistas radicales, pero todavía acusa a Ucrania. En una reunión este lunes sobre las medidas a tomar después del atentado del viernes, que fue inmediatamente reconocido por el Estado Islámico, el presidente ruso ha reconocido la autoría: "Sabemos que el crimen fue cometido por manos de islamistas radicales, con la ideología con la cual el mismo mundo islámico ha estado luchando durante siglos". Sin embargo, ha apostado por investigar "quién se beneficia" de un suceso con 139 muertos confirmados. "Nos interesa saber quién es el cliente", ha añadido.
"Los nazis, como es bien sabido, nunca han tenido problemas a la hora de utilizar los medios más sucios e inhumanos para alcanzar sus objetivos", ha considerado Putin, en referencia a los ucranianos. Así, ha recordado que ha fracasado "completamente" la contraofensiva ucraniana y que Ucrania necesita ganar punto ante sus patrocinadores occidentales. "Hay que responder a la pregunta de por qué los terroristas después de cometer el crimen intentaron huir justo por Ucrania, quien los esperaba", ha señalado.
La teoría de Putin sobre Ucrania
En esta línea, el presidente ruso ha considerado que hay "una cosa absolutamente clara": "El terrible crimen cometido el 22 de marzo en la capital de Rusia es un acto de intimidación. La pregunta surge inmediatamente. ¿Quién se beneficia?". "Este crimen puede ser solo un eslabón de una serie de intentos por parte de aquellos que combaten desde 2014 contra nuestro país con las manos del régimen neonazi de Kyiv", ha afirmado.
Putin también ha denunciado los intentos de los Estados Unidos de "persuadir a sus satélites y otros países del mundo de que, según sus datos de inteligencia, supuestamente, no hay rastro de Kyiv en el atentado de Moscú, que el sangrante acto fue cometido por seguidores del Islam, miembros de la organización prohibida en Rusia, Estado Islámico". "¿Cómo los islamistas radicales que se posicionan como musulmanes ortodoxos, que profesan el conocido como islam puro, proceden a cometer horribles barbaries y crímenes en el mes sagrado para los musulmanes, el ramadán?", se ha preguntado.
Los sospechosos del atentado
El presidente ruso se ha vuelto a cuestionar si, "realmente, las organizaciones radicales y terroristas islámicas están interesadas en lanzar ataques contra Rusia, que hoy por hoy apuesta por una solución justa al conflicto en el Oriente Medio". Finalmente, ha dicho que los que dan apoyo a Kyiv "no quieren ser cómplices del terror y patrocinadores del terrorismo". "Sin embargo, efectivamente, hay muchas preguntas", ha concluido.
El director del Comité de Investigación ruso (FSB), Alexander Bastrikin, ha informado de que ya son 139 los muertos en el ataque y ha reconstruido los hechos: los cuatro atacantes llegaron a la sala de conciertos a las 19.58 y salieron del edificio a las 20.11 horas. Según Bastrikin, los sospechosos llevaban dos fusiles de asalto AK-47 en el momento de la detención, además de 28 cargadores, 500 balas y dos bidones de gasolina. El director del FSB también ha explicado que se han hecho más de 200 registros y que se investigan las medidas de seguridad del recinto. Con respecto a los sospechosos (que van compareciendo ante el tribunal), ha indicado que este lunes se ha dictado prisión provisional para tres de ellos que "ayudaron a preparar el atentado terrorista". "Proporcionaron alojamiento en el apartamento en el cual vivían, un coche para desplazarse y transportaron dinero", ha dicho. Se trata de los hermanos Aminchon y Dilovar Islomov, y de su padre Ismoil.