Vladímir Putin, presidente de Rusia, ha anunciado este miércoles la "movilización militar parcial" de la población para responder a las derrotas consecutivas que el ejército ruso acumula en el frente ucraniano. En un discurso en la nación rusa, Putin ha hecho pública la decisión de gritar en filas parte de la población rusa, un movimiento deseado por la vieja guardia del Kremlin, inquieta por la contraofensiva de Ucrania. Además, el líder ruso ha asegurado que desde hoy su objetivo es "liberar el Donbass". Las palabras de Putin son una clara escalada del conflicto en Ucrania, las cuales llegan poco después de que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas de Lugansk y Donetsk anunciaran las fechas para celebrar sus referéndums para adherirse a Rusia. El presidente ruso ha llegado a afirmar que Occidente hace chantaje en Rusia con la amenaza nuclear y ha afirmado que su país puede responder.
La movilización de parte de la población entra en vigor desde este mismo miércoles y se dirige a unos grupos de la población rusa muy concretos: "Solo los ciudadanos de la reserva estarán sujetos a la llamada de la movilización parcial". Desde el Kremlin se calcula que esta medida podría afectar a unos 300.000 reservistas. Aunque se trata de un grupo de la población que de base se encuentra próxima al ejército, se trata de un impacto mucho más próximo sobre la población rusa, que hasta el momento ha tenido muy lejos el impacto personal de la invasión rusa en Ucrania, al margen de las sanciones.
Sólo unas horas antes del anuncio de Putin, la Duma, el parlamento ruso, aprobó una serie de enmiendas al código penal que incluyen nuevos escenarios en que, sin declarar el estado de guerra, se pueden sancionar a los reservistas que se nieguen a incorporarse a filas. En otras palabras, se ha aprobado poder sancionar y perseguir actos que hasta el momento sólo se podía hacer bajo el paraguas de una declaración de guerra, pero este sigue una palabra prohibida en el Kremlin. Justamente, muchos expertos apuntaban que en este discurso, Putin podría dar el paso de reconocer la guerra, pero finalmente no ha estado así.
El Donbass y Occidente
En su discurso, Putin ha insistido en su objetivo: "Liberar el Donbass". Motivo con el cual también justifica la movilización militar parcial. El líder ruso ha subrayado que la liberación de este territorio es un objetivo "inamovible" para el Kremlin. Un objetivo que mantiene desde hace siete meses, cuando dio el pistoletazo de salida al renombre "operación espacial" con un mensaje televisivo como el de hoy. De hecho, desde el 24 de febrero, el líder rizo no se había dirigido así a su pueblo. En este caso, como ya hizo entonces, ha insistido en tildar a los ucranianos de "neonazis".
Su invectiva no se ha centrado solo en Ucrania, ya que ha señalado Occidente como otro enemigo de Rusia. Putin ha asegurado que el objetivo de Occidente es "debilitar, dividir y destruir finalmente nuestro país". "Ellos (los occidentales) dicen abiertamente que en 1991 pudieron desmembrar la Unión Soviética y que ahora ha llegado el turno de Rusia", ha sentenciado. Además, el presidente ruso ha asegurado que los ataques a la central nuclear de Zaporijia están animados por las fuerzas occidentales y ha afirmado que se amenaza en su país con una catástrofe nuclear. Ante la supuesta amenaza occidental, Putin dobla la apuesta: "En los que se permiten hacer ciertas declaraciones sobre Rusia, me gustaría recordarles que nuestro país también tiene varios medios de destrucción, y para algunos componentes más modernos que los de los países de la OTAN. (...) No es un farol".