El discurso televisado del presidente francés, Emmanuel Macron, sobre la guerra en Ucrania y la defensa europea ha despertado la reacción del Kremlin. El hecho de calificar al país dirigido por Vladímir Putin como la "amenaza rusa" ha provocado una crisis diplomática sin precedentes entre París y Moscú. Rusia ha condenado el tono bélico del francés y le ha advertido de que su retórica nuclear sí que es una "amenaza". En una reunión con funcionarios del Estado, Putin se ha dirigido a Macron sin mencionarlo explícitamente. El exagente del KGB ha hecho alusión a una de las grandes derrotas de Napoleón Bonaparte, quien fue expulsado de Rusia en 1812 después de intentar invadir el país: "Todavía hay quienes quieren revivir los tiempos de Napoleón, olvidando cómo acabó", ha dicho.
Quien también ha hablado sobre la retórica nuclear francesa es el secretario de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que ha asegurado que algunos Estados miembros de la Unión Europea y la OTAN consideran que "Macron, para salvar su reputación, irremediablemente pisoteada dentro de Francia, puede optar por medidas absolutamente insensatas". Rusia "es una amenaza para Francia y para Europa", dijo el presidente francés. Pero para la máxima autoridad diplomática del Kremlin se trata de "estúpidas acusaciones" y, en este sentido, Putin "se ha pronunciado varias veces tachando estas ideas de tonterías sin sentido".
Al mismo tiempo, la secretaría de Exteriores rusa ha emitido un comunicado en el que ha recordado a Macron que su país solo tiene 56 portadores de armas nucleares, ante los 898 de Estados Unidos, insinuando que este número es insuficiente para garantizar la seguridad de Europa. "La potencia conjunta del componente nuclear de las Fuerzas Armadas de Francia es de 67,2 megavatios, por los 1.814 megavatios estadounidenses", ha señalado Exteriores, que ha añadido que estas cifras "no conducirán a fortalecer la seguridad ni de la propia Francia ni de sus aliados".
Moscú también se ha pronunciado sobre la propuesta de desplegar tropas de paz europeas en Ucrania, una iniciativa que ha tachado de "inadmisible" y que, de producirse, "comportará irremediablemente una escalada extremadamente peligrosa". Asimismo, para el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, Macron adoptó una postura "extremadamente confrontacional" y lo acusó de querer alargar la guerra. "Difícilmente se puede percibir como el discurso de un jefe de Estado que busca la paz", ha dicho. "La intervención de Macron quita definitivamente las máscaras y muestra quién lidera el partido de la guerra, que, en realidad, aboga contra el alto el fuego y apuesta por la continuación del conflicto ucraniano", ha sentenciado Peskov.
El presidente francés dijo durante su discurso que Rusia no se detendría en Ucrania y que era necesario que Europa se reforzara porque su futuro "no puede decidirse en Washington o Moscú". Macron avisó de que "la amenaza viene del este, la situación de estabilidad posterior a la caída del muro [de Berlín] ya no existe". Por este motivo, reveló que el Elíseo ha abierto "el debate estratégico" para extender a los aliados europeos de Francia la disuasión que ofrece el arsenal nuclear francés, aunque advirtió de que la última decisión sobre el uso de armas atómicas "estará siempre" en manos francesas.