Después de que el Agencia Internacional de la Energía Atómica de la ONU (OIEA) advirtiera el pasado martes de "una constante amenaza para la seguridad nuclear" en Zaporiyia, Rusia se ha sacudido las responsabilidades afirmando que sus militares no tienen ninguna presencia en la zona. Las conclusiones del OIEA, extraídas después de una reciente visita a la planta atómica, apuntaban que la invasión rusa en Ucrania había empujado a la central atómica hasta "una situación insostenible". El Kremlin se desentiende, pero también ha ordenado a la agencia atómica rusa, Rosatom, que proponga medidas para garantizar la seguridad de la planta.
El presidente ruso, Vladímir Putin, se ha pronunciado personalmente al respecto: "He visto en el informe que dice que el OIEA considera necesario retirar equipos militares del recinto de la planta. Pero en el territorio de la planta no hay equipos militares". Putin se ha mostrado dispuesto a invitar en la planta ucraniana bajo control ruso a la prensa europea y norteamericana para que lo comprueben personalmente, siempre bajo estricta vigilancia.
Putin ha insistido en decir que en torno a la central que se encuentra bajo su control no hay equipos militares rusos y desvía las culpas al fuego ucraniano. Por una parte, ha mostrado con respecto al trabajo que ha hecho el OIEA en su inspección de la planta: "El OIEA es una organización internacional responsable. Su jefe es una persona muy profesional". Por otra parte, ha aprovechado para cargar contra sus enemigos, afirmando que los EE.UU. y los países europeos presionan la agencia de las Naciones Unidas, por lo cual no pueden decir "abiertamente que los tiros proceden del lado ucraniano". "Es una cosa evidente", ha sentenciado.
Con respecto a las acusaciones de Ucrania, la cual asegura que los ataques hacia la central son del lado ruso, Moscú se limita a afirmar que son "mentira prodrida". "Controlamos la planta. Allí están desplegados nuestros militares. ¿Qué pasa? ¿Nos estamos disparando a nosotros mismos?" ha afirmado desafiante Putin.
La alerta del OIEA
El pasado martes, el OIEA ha hecho públicas sus conclusiones después de visitar la central nuclear de Zaporiyia. "La situación actual es insostenible y la mejor medida para garantizar la seguridad de las instalaciones nucleares de Ucrania y su población serían que el conflicto armado acabara ya", afirma el informe. Desde Kiev se han mostrado proclives a la propuesta de la ONU, mientras que el Kremlin no quiere perder nada de control en la zona.