Las autoridades rusas incluyeron el mes de julio del año pasado a la lista de extremistas y terroristas Yúlia Navalnaya, viuda del líder opositor ruso Alekséi Navalny, muerte en circunstancias no aclaradas en una prisión del Ártico el febrero pasado. "¡Qué rapidez" [...] si insisten tanto es que Yúlia Navalnaya lo está haciendo bien!", ironizó en X la exportavoz de Alekséi Navalny, Kira Yarmish. Navalny había muerto el 16 de febrero, es decir, solo unos meses antes.

Este viernes, 10 de enero, la mujer de Navalny ha querido dejar constancia que Putin ni siquiera quiere sacar su marido, muerte, de la lista de terroristas. "Putin te he miedo de Alekséi, incluso después de matarlo". "A Alekséi Navalny se le negó la exclusión de la lista de extremistas y terroristas". En este sentido, destaca que "la muerte de una persona es un motivo absoluto de exclusión". Y para demostrarlo adjunta una ley donde queda patente lo que dice. "Aquí todo el mundo puede abrir y leer el apartado 7 del párrafo 2.2 del artículo 6 de la ley".

"¿Por qué Putin necesita eso? Obviamente, no prohibir a Alekséi abrir cuentas bancarias. Eso ya no es posible", asegura su mujer. "Putin lo hace para asustarte. Quiere que tengas miedo incluso de mencionar el Alekséi olvidar su nombre poco a poco". Ahora bien, insiste con contundencia que, a pesar de todo, nadie olvidará. De esta manera, indica que apelarán la decisión.

"Así es la vida"

El presidente ruso, Vladímir Putin, se refirió por primera vez a la muerte de Navalny, el 18 de marzo, después de ganar las elecciones, y un mes después de la muerte del líder opositor ruso. El mandatario dice, simplemente, que "así es la vida". En su intervención, triunfal después de imponerse a las elecciones sin competencia, Putin confirmó que haría un canje del líder opositor días antes de que muriera. "Créame usted o no. El hombre que habló conmigo, no había acabado la frase y yo ya dije: estoy de acuerdo. Pero lamentablemente pasó lo que pasó", afirmó Putin, citando por fin el nombre de su oponente.

Explicó que alguien que no pertenece a la Administración presidencial le propuso intercambiar al opositor por rusos encarcelados en países europeos. "Pero con una condición yo lo acepté: lo intercambiamos, pero que no vuelva más. Que se quede. Sin embargo, así es la vida", dijo.