El ejército ruso se prepara para la gran batalla por el control del corazón del Dombás antes del comienzo de las negociaciones entre el Kremlin y el nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que presiona Moscú con sanciones si no acepta poner fin a la guerra. "La realidad sobre el terreno" es el mantra de que repite una vez y otra el presidente ruso, Vladímir Putin, como punto de partida en unas futuras negociaciones de paz. En respuesta, el equipo de Trump, que incluye Marco Rubio, el nuevo secretario de Estado, ha sugerido a Kyiv que tendrá que hacer concesiones territoriales, ya que ve como imposible que recupere todas las regiones anexionadas por Moscú.

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Donald Trump

La realidad sobre el terreno es que Rusia controla en torno al 20% del territorio ucraniano, pero quiere más. Y es que Ucrania todavía es al poder de un tercio de la región de Donetsk (unos 7.000 kilómetros cuadrados) y el mismo se puede llamar de Jersón y Zaporiyia. La toma de Pokrovsk es la que marcará el éxito o el fracaso de la ofensiva que Rusia lanzó en la región de Donetsk en octubre del 2023.

Nueva localidad para la Rusia de Putin

El ejército ruso acaba de coger una nueva localidad a los alrededores de la ciudad que tenía 60.000 habitantes antes del inicio de la guerra, Solone, según ha informado el Ministerio de Defensa en el último parte de guerra. Los rusos han conquistado desde finales de diciembre casi todas las localidades en el sur y en el suroeste de Pokrovsk, e intentan hacer lo mismo en el este con el fin de rodear la ciudad.

Los rusos todavía no han puesto las botas en la ciudad, pero Kyiv ya ha procedido a la evacuación masiva de los millares de personas que todavía residen allí, ya que el enemigo ha cortado varios accesos por tren y carretera. Los combates más cruentos tienen lugar actualmente en las minas de carbón de coque de las afueras de la ciudad, aunque, según algunos medios, los rusos habrían conseguido los barrios industriales de la zona oeste. Según la prensa independiente rusa, los ucranianos han cerrado o minado los yacimientos de coque, cuya caída en manos de Rusia sería un revés llevar para la economía nacional.

El carbón de coque es el que mantiene en marcha las acerías ucranianas, la segunda fuente de ingresos por exportaciones después de la agricultura en este país, miles de millones de dólares. Ucrania exporta dos tercios del acero a la Unión Europea Para mantener de pie esta industria tendría que importar coque de otros países, como los Estados Unidos. Kyiv ya perdió el control de los yacimientos de litio cuando los rusos conquistaron la localidad de Shevchenko, en el sur de Pokrovsk.

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Zaporiyia / Efe

El sur del Dombás, a punto de caer

Mientras tanto, las tropas rusas intentan conseguir el control de todo el sur del Dombás, cosa que también tendrá consecuencias para la intersección con las vecinas Zaporiyia y Dniepropetrovsk. Después de la toma de Kurájove, el objetivo de Moscú es la plaza fuerte de Velika Novosilka, que ya está prácticamente rodeada por el enemigo. Su caída en manos rusas es una cuestión de pocas semanas.

Según la plataforma ucraniana DeepState, los rusos atacan desde el norte, este y sur, y ya han accedido a las zonas residenciales, por lo cual se está cerrando la ventana para que los ucranianos se puedan replegar por un estrecho paso en el noroeste. Además de acercarse al eje de la intersección mencionada, las fuerzas de la agrupación militar Vostok (Este) tendrían el camino expedido para adelantar por la carretera que une Donetsk con Zaporiyia.

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Vladímir Putin / Efe

Los rusos también combaten en las ruinas en que los bombardeos han convertido el centro de las plazas de Toretsk y Chasov Yar, más en el norte. En el punto de mira hay Kostiantinivka y todavía más en el norte las estratégicas Sloviansk y Kramatorsk, a las cuales Moscú intenta llegar, por ahora sin suerte, desde Kopiansk, a la región de Khàrkiv.

Lo que no han conseguido los rusos es expulsar al enemigo de su territorio, es decir, de la región de Kursk, hoy día la principal moneda de cambio en manos del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

Las líneas fortificadas que los ucranianos construyeron en torno al distrito de Sudzha se han vuelto impenetrables para las fuerzas aerotransportadas rusas, que han recuperado en casi medio año solo un 60% del territorio de Kursk. Mientras tanto, Kíiv mantiene que Moscú está sufriendo una gran cantidad de bajas en su actual ofensiva en el Donbàs, que solo en el 2024 subirían a 434.000, de los cuales 150.000 muertos|muertes, según el Estado Mayor ucraniano.