Irán no inició el 7 de octubre, pero sin Irán no habría pasado. Eso es lo que explica una exagente del servicio secreto de Israel, a un grupo de periodistas, entre los cuales había ElNacional.cat. En este sentido, destacaba que no es solo porque Irán está equipado con armas, sino por motivos económicos, ideológicos y de formación. Constata que en el 2021 y en el 2023 hubo pruebas que Hamás recibía apoyos de otros lados, cuando se dispararon misiles desde el Líbano y Altos del Golán. Habrían encontrado también documentos en Gaza que demuestran reuniones. El 8 de octubre, según destaca, Hizbulá preguntó en Irán si unirse y dijeron que sí, pero sin provocar una guerra a gran escala. Hizbulá, insiste, es muy importante para Irán.
Israel cree que Irán opera en el contexto de sus relaciones con Rusia y Siria. El Líbano, Iraq, Yemen y Siria son zonas de influencia de Irán, y por lo tanto tiene influencia política. Así, constata que el Líbano hace más de dos años que no hay presidente, y dice que no hay porque precisamente Hizbulá y los otros partidos no podían llegar a un acuerdo sobre quién sería el próximo presidente del país. Para esta exagente de los servicios secretos del país, Irán habría atacado Israel por varios motivos. La segunda vez que Israel tomó represalias fue de una manera muy pequeña y simbólica. En este sentido, hubo un gran debate en Israel, una gran crítica. Ahora bien, insiste, en que había que hacer algo para que Irán tuviera claras las consecuencias de un posible ataque. Los iraníes, relata, no utilizaron drones en octubre porque tardan nueve horas a llegar. Por lo tanto, utilizaron misiles balísticos, que son unos 15 minutos desde el Irán en Israel, utilizan unos 200. Recuerda que Israel es pequeño, y los objetivos militares están cerca de los civiles. De esta manera, expone que es difícil no tocar lugares civiles. La respuesta de Israel, según dice, estuvo muy calculada y detallada y se extendió a diferentes lugares. Especialmente, se tocaron sistemas y misiles. La mayoría, comenta, eran S 300. Por lo tanto, Irán ahora se ha quedado sin, no tiene. Rusia tampoco puede suministrar porque los necesita para la guerra con Ucrania.
Las armas y el dinero
Las armas, sin embargo, no lo son todo. Israel ha quemado dinero, aunque no se sabe a ciencia cierta cuánto dinero tenía Hamás o Hizbulá. Se filtró que Irán llevaba dinero dentro de las maletas hasta Beirut. Ambas organizaciones necesitan dinero, para las armas, para pagar a los soldados, por los túneles. Había también en el norte de Israel muchos túneles. Así, pone énfasis en el hecho que siempre ha habido este miedo a que los terroristas podrían penetrar por el sur, por el norte y dirigirse a la mayoría de los pueblos que son fronterizos.
Israel, al fin y al cabo, es un país pequeño. La sensibilidad, observación, abraza la población. Sin una buena existencia y una manera sofisticada de pensar, el país no existiría. El exagente revela que se sabían más cosas de Hizbulá que de Hamás. Por lo tanto, constata que con toda la fuerza de Hizbulá, si se hubiera iniciado una guerra a gran escala con los planes que se han conocido, la situación ahora sería muy diferente a Israel.
La capacidad nuclear de Irán
El exagente de los servicios secretos asegura que los iraníes están bajo máxima presión. Además, por una parte, necesitan negociaciones y por la otra, no quieren negociar. En este sentido, habrá que ver cómo abordará la administración Trump esta cuestión. Trump, de hecho, ha remarcado que podría llegar a un acuerdo en una semana, aunque genera dudas. Israel, en este sentido, no cree que Irán esté en condiciones de llegar a unas negociaciones en una semana. Lo que sí que tiene claro, sin embargo, es que el año 2025 será muy importante con respecto a la cuestión nuclear. Tal como destaca en conversación, Irán tiene capacidad para, en un mes, fabricar 10 dispositivos nucleares.
Enumera una lista completa de cosas que se han encontrado: motos nuevas para pasar por los túneles, vestidos... de esta manera expone que cree que todo hace más de 20 años que lo están preparando. Insiste en la idea de que todo lo que sabían era menos de lo que finalmente han acabado encontrando.