Ucrania ha anunciado el desarrollo y despliegue de un arma láser denominada Tryzub (que significa tridente en ucraniano, símbolo utilizado en el escudo del país) y que es capaz de abatir objetivos aéreos a más de dos kilómetros de altura. Este sistema de defensa es similar al que utilizan otros dispositivos láser, como el DragonFire británico o el Iron Beam israelí, que dispara rayos de alta energía que calienta y destruye la estructura del objetivo aéreo después de mantener el contacto durante unos segundos. El coronel Vadym Sukharevskyi, comandante de las Fuerzas de Sistemas No Tripulados dentro del ejército ucraniano, reveló durante una conferencia reciente que esta arma es "real" y que se encuentra "actualmente operativa", aunque no ha indicado dónde está desplegada. Sukharevskyi afirmó que "hoy, Ucrania es, si no me equivoco, el quinto país que puede decir que tiene un láser. Hoy en día podemos hacer caer aviones con este láser a una altitud de más de 2 km".
El arma ya está operativa
Aunque el Tryzub ya está operativa, el arma sigue en desarrollo para mejorar su potencia y ampliar su alcance. El diario especializado The Defense Post indica que "no claro está si la tecnología de esta arma fue producida por una empresa local o adquirida a otro país", no obstante, "Tryzub sugiere que probablemente fue de fabricación nacional". Por ahora, su uso está limitado a aviones ligeros y drones, y no es efectiva contra misiles, helicópteros o aviones de combate, que son más rápidos y blindados. Las ventajas que ofrece, sin embargo, es un bajo coste de cada utilización (se estima que cada disparo tiene un coste inferior a los cinco euros) y la capacidad de disparar es virtualmente infinita, limitada solo por la generación de energía eléctrica en el campo de batalla.
DragonFire e Iron Beam
Los detalles técnicos específicos del Tryzub no han sido revelados, pero parece que no llega a igualar la potencia de fuego del DragonFire, un sistema desarrollado por un consorcio de defensa británico desde el 2018 que utiliza la tecnología de combinación de fajos para conseguir una mayor intensidad y un alcance efectivo superior, pero que no está previsto que se despliegue en el campo de batalla hasta el 2027. El DragonFire ha demostrado alcanzar objetivos a distancias de hasta 3,4 km en pruebas. También ha demostrado una precisión extraordinaria, capaz de acertar una moneda a un kilómetro de distancia.
Con respecto al Iron Beam Israelí, que no está previsto que se desplegue hasta el 2025, es más potente y puede interceptar cohetes, proyectiles de mortero y drones. El arma israelí utiliza un avanzado sistema de control y seguimiento electroóptico que combina cámaras de alta resolución, sensores infrarrojos y unidades de radar. Además, está montado en una plataforma terrestre móvil que permite su despliegue en vehículos terrestres.