Las autoridades rusas están trabajando fuertemente para controlar la situación en Kursk, una semana después de que las fuerzas ucranianas pusieran en marcha un ataque sorpresa en la región, que dejó una franja de territorio ruso bajo control de Kyiv. Rusia utilizó misiles, drones y ataques aéreos el martes en un intento por recuperar territorio, y un alto comandante afirmó que el avance de Kyiv había terminado, incluso mientras continuaba la evacuación de residentes de las zonas fronterizas.

"El avance descontrolado del enemigo ya ha sido detenido", ha destacado el general Apti Alaudinov, comandante de Ajmat, una unidad de fuerzas especiales chechenas, según recoge The Guardian. "El enemigo ya sabe que la guerra relámpago que había planeado no ha funcionado". No obstante, las fuerzas ucranianas todavía tenían el control de numerosos asentamientos. Precisamente por este motivo, el Kremlin intentó quitar importancia a los acontecimientos. El martes, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania dijo que Kyiv no tenía ningún interés en la ocupación a largo plazo de la región. "A diferencia de Rusia, Ucrania no necesita la propiedad de otros. Ucrania no está interesada en tomar el territorio de la región de Kursk, pero queremos proteger las vidas de nuestra gente", ha destacado Heorhii Tykhyi a los periodistas en Kyiv. Dijo que Rusia había lanzado más de 2.000 ataques contra Ucrania desde la región durante el último mes.

Por otra parte, Rusia ha estado enviando refuerzos a la región y Kyiv ha afirmado este martes que algunas unidades de los sectores de Zaporiyia y Jersón de la línea del frente en el sur de Ucrania estaban siendo reubicadas a la región de Kursk. Dmytro Lykhoviy, portavoz del ejército ucraniano, lo habría dicho en Politico, aunque aclaró que era un número "relativamente pequeño" de tropas involucradas. La propaganda rusa, paralelamente, hizo su efecto. Un reportaje de la televisión estatal rusa mostró imágenes de la región de Kursk donde se veía el armamento ucraniano destruido. "Ha habido una gran batalla aquí", destacaba Yuri Polskoi, de Giryi, vestido con un chaleco antibalas.

¿Cuál es la voluntad de Kyiv?

Kyiv no ha declarado públicamente el objetivo final de su sorprendente ofensiva en Rusia, que ha sido evaluada de varias maneras: como un estímulo de la moral después de un largo periodo a la defensiva ante los constantes ataques rusos, o como la obtención de una posible moneda de cambio para utilizar en las negociaciones.

Un funcionario de inteligencia occidental ha dicho que Kyiv no ha compartido detalles específicos de la operación con sus aliados hasta mucho después de su puesta en marcha, según habría informado Bloomberg el martes, y ha habido pocas críticas a Kyiv por parte de las capitales amigas. "Ucrania tiene todo el derecho a librar una guerra de forma que paralice a Rusia en sus agresivas intenciones del modo más efectivo posible", ha destacado este mismo martes el primer ministro polaco, Donald Tusk, según recoge The Guardian.

Ucrania ya ha lanzado incursiones en territorio ruso, pero han sido breves y parecían diseñadas en gran medida para tener un efecto psicológico. Este asalto, con la toma sostenida de territorio, es distinto. Pero Vladímir Putin, el presidente ruso, en sus comentarios públicos, ha querido quitar importancia a lo que ha sido la mayor incursión de tropas extranjeras en Rusia desde la Segunda Guerra Mundial.