Cuatro días después de que empezaran los incendios más violentos de la historia reciente de Los Ángeles, las autoridades buscan respuestas sobre cómo las llamas han provocado una catástrofe que ha dejado al menos 11 muertos, ha calcinado barrios enteros y obligado a la evacuación de hasta 150.000 personas. El estado de California está habituado a lidiar con grandes concentraciones de fuego, pero lo que ha pasado en Los Ángeles no tiene precedentes. La rápida propagación de las llamas se debe principalmente a los vientos intensos de Santa Ana, un fenómeno natural característico de esta época del año. También a la sequía bajo la cual está sometido el condado, una condición que ha creado el escenario ideal para el avance descontrolado del fuego. La jefa del departamento de bomberos de la ciudad, Kristin Crowley, ha asegurado que el incendio de Palisades (uno de los más activos) "es uno de los desastres naturales más destructivos en la historia de Los Ángeles". "En algunas áreas parece como si hubiera caído una bomba", ha dicho el sheriff Robert Luna.
La magnitud real de la catástrofe no podrá asimilarse hasta que los bomberos hayan extinguido todas las llamas. Las autoridades han advertido en varias ocasiones que cuando los servicios de emergencia puedan acceder a las zonas afectadas, la cifra de muertos aumentará. El fuego ha sorprendido a todo el mundo, los agentes y las unidades de extinción han enfrentado dificultades en la llegada de refuerzos, la cual se encuentra a la espera de una mejora de las condiciones climáticas que todavía no ha sucedido. Hay muchos frentes abiertos y los bomberos han visto incluso cómo los hidrantes de agua contra incendios se secaban pocas horas después de empezar a utilizarlos, a causa de las temperaturas extremas. El uso de estos hidrantes ha sido cuatro veces mayor de lo que preveían al inicio de las llamas.
En este sentido, llama la atención la decisión tomada por la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, de recortar hace unos meses el presupuesto del departamento de bomberos de este año en más de 17 millones de dólares. Crowley avisó hace un mes de que la reducción de la financiación "ha limitado gravemente la capacidad del departamento para prepararse, capacitarse y responder a emergencias de gran escala, incluidos los incendios forestales". Por su parte, la alcaldesa ha defendido que el recorte no ha tenido ningún impacto en la lucha contra la propagación del fuego porque iba destinada a suprimir cargos administrativos en el departamento. Bass estaba fuera de la ciudad cuando estallaron los incendios. En aquel momento, se encontraba en Ghana a petición del todavía presidente de los EE.UU., Joe Biden, el cual la había enviado para asistir a la investidura del nuevo mandatario del país africano, John Mahama.
Ahora, cuatro días después del inicio de los incendios, algunos focos están controlados por los bomberos, sin embargo, todavía está lejos de dar la crisis por acabada. Por ahora, se calcula que 12.000 estructuras han sido afectadas por el fuego, como estructura se incluyen casas, edificios de apartamentos, negocios, dependencias y vehículos. En este contexto, el sheriff Luna, ha anunciado el establecimiento de un toque de queda para las zonas de Palasides y Eaton, una delimitación que cubre todas las áreas de evacuación obligatorias. El anuncio se produce en un momento en que la policía patrulla los barrios de los desplazados para evitar saqueos y robos. Además, los agentes han arrestado este jueves a un sospechoso de intentar prender un fuego en Woodland Hills, un distrito en el noroeste de Los Ángeles. El hombre fue detenido y puesto en libertad después de que no se encontrara ninguna prueba para retenerle.
¿Quién es responsable?
La catástrofe se ha convertido también en una disputa política entre el presidente electo, Donald Trump, y el Partido Demócrata, formación que gobierna en California. El magnate ha culpado de la falta de agua para los bomberos a la política de distribución de los recursos hídricos del estado. Asimismo, el hijo mayor del republicano ha recordado que en el 2022 los bomberos de Los Ángeles enviaron un avión a Ucrania cargado con equipos excedentes, como botas, mangueras, filtros o chalecos. Un equipamiento que, según su opinión, podría ser clave ahora mismo.