Cuando Donald Trump estaba luchando por un nuevo nombramiento del Partido Republicano para volver a presentarse a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el magnate afirmó que sería "un dictador durante un día" para vengarse de aquellos que cree que le han hecho daño, así como que cerraría fronteras y haría perforaciones petroleras. Desde entonces, Trump, su equipo y su entorno han ido dando pistas de cómo podría ser un nuevo mandato del republicano. Una posible reestructuración radical del gobierno federal, proximidad con dirigentes como Vladímir Putin o promoción de las políticas antiabortistas y antiinmigratorias son algunos de los puntos fuertes que podrían sostener una nueva administración Trump.
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¿Qué es el Proyecto 2025?
Más allá de proclamas incendiarias y simples, Donald Trump no se caracteriza por haber construido sus campañas presidenciales en la explicación detallada de las políticas que implementaría. Esto no significa que su entorno no haya trabajado exhaustivamente. A finales de 2023, se dio a conocer que el entorno próximo del republicano había ideado un documento detallado sobre qué haría un nuevo gobierno bajo su mando. The Heritage Foundation, una entidad ultraconservadora, ha desarrollado el llamado Proyecto 2025, una especie de hoja de ruta con políticas muy controvertidas que empezará a desplegar desde el primer día que Trump vuelva a la Casa Blanca.
El proyecto pretende impulsar una reforma profunda del gobierno federal, que a grandes rasgos significa reducir su tamaño e influencia mediante el despido de miles de funcionarios, la ampliación del poder del presidente, el desmantelamiento del Departamento de Educación y otras agencias federales, así como recortes fiscales radicales para las corporaciones más ricas, según informa la BBC. Además, si bien no se propone una prohibición del aborto a escala nacional, sí que se plantea reducir los tratamientos abortivos. El proyecto prevé eliminar una larga lista de términos de todas las leyes y regulaciones federales, incluidos "orientación sexual", "diversidad", "equidad" e "inclusión". También se quiere revertir la escasa legislación contra el cambio climático y dar vía libre al gas y el petróleo.
Por su parte, y ante la polvareda que ha levantado el documento, Trump se ha distanciado en varias ocasiones de este. "No tengo ni idea de quién está detrás [del Proyecto 2025]", escribió hace meses el candidato republicano en las redes sociales, y añadió: "No estoy de acuerdo con algunas de las cosas que dicen y algunas de las cosas que dicen son absolutamente ridículas y abismales". Sin embargo, algunos antiguos funcionarios del republicano han colaborado directamente en la elaboración del plan. Los demócratas han utilizado esta amalgama de las políticas ultraconservadoras como munición electoral contra los republicanos, afirmando que sería la administración más radical de la historia.
Un cargo prometido a Elon Musk
Si bien Trump se ha puesto de perfil con las propuestas del Proyecto 2025, donde han trabajado excargos de su anterior gobierno, ha dado más pistas de quién estará en su administración. Además de nombrar al ultraconservador J. D. Vance como su candidato a la vicepresidencia, el magnate ha apuntado otro nombre para su gobierno: Elon Musk. El multimillonario sudafricano ha donado mucho dinero a la campaña de Trump y ha impulsado su mensaje a través de su plataforma, el antiguo Twitter, ahora bautizado como X. En declaraciones en la CNN el pasado mes de septiembre, Trump anunció que si ganaba pondría a Musk al frente una comisión de eficiencia gubernamental, para reducir el gasto del gobierno.
"Crearé una comisión de eficiencia gubernamental encargada de realizar una auditoría financiera y de cumplimiento completa de todo el gobierno federal y que haga recomendaciones para las reformas drásticas que se necesitan hacer. No podemos seguir como estamos ahora", declaró el republicano, quien afirma que el objetivo será identificar maneras de eliminar el gasto innecesario.
Malas noticias para Ucrania (buenas para Putin)
Otro frente en el que Trump ha sido muy claro con respecto a sus objetivos ha sido la política exterior. Ya cuando fue presidente se acercó a mandatarios y dictadores como Kim Jong-un o Vladímir Putin. A lo largo de la campaña, ha afirmado que su buena relación con este tipo de dirigentes lo hace el más idóneo para dirigir el país. Sin embargo, los demócratas apuntan lo contrario, que puede ser manipulado para conducir los EEUU hacia los intereses de otras potencias. A estas acusaciones se le suma la revelación del periodista Bob Woodward en su último libro, donde asegura que el magnate ha seguido en contacto con el dirigente ruso desde que dejó la Casa Blanca en el año 2021. Concretamente, citando a un ayudante de Trump, se apunta que los dos podrían haber hablado media docena de veces en estos años.
De hecho, Trump sí que se alinea con Putin con sus intereses en Ucrania. El republicano ha abogado en varias ocasiones por cortar el grifo de las ayudas en respuesta a la invasión rusa. Además, ha afirmado que él acabaría el conflicto rápidamente. ¿Cómo? Se puede deducir que a favor de Moscú. No solo por la relación que ha mantenido con el dirigente ruso, sino porque últimamente ha culpado al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de la invasión. "Zelenski es uno de los mejores vendedores que he visto. Cada vez que viene, le damos 100.000 millones de dólares. ¿Quién más ha recibido esta cantidad de dinero en la historia? Nunca ha habido nadie", afirmó en una entrevista.