Miles de vuelos que circulan por el mar Báltico y sus alrededores han registrado problemas con los GPS desde el pasado mes de agosto. Según ha informado The Guardian, al menos 46.000 vuelos se han visto afectados por estos errores en sus sistemas de navegación. Siendo miles los casos, las sospechas de que no es algo casual hace meses que se gesta entre los gobiernos de la zona y las mismas aerolíneas. Sin embargo, ¿qué o quién puede estar detrás?
El análisis de datos de navegación que se han hecho en las aeronaves afectadas apuntan a un sitio en común: Kaliningrad. Se trata de un enclave ruso rodeado por Estonia, Letonia, Lituania y Polonia. En otras palabras, todo apunta a que Rusia podría estar detrás de estos problemas. Sin embargo, ¿se puede afirmar? Los expertos prefieren no sentenciar nada. "Como pasa en el ámbito de la ciberseguridad, es muy difícil atribuir con certeza la responsabilidad por estos incidentes, y en el campo de la radiofrecuencia todavía más", explica David Marugán, especialista en radiocomunicaciones, a El Confidencial.
¿Por qué Rusia haría eso?
Una de las hipótesis más sólidas sobre la mesa es que estas interferencias entre vuelos comerciales son un efecto colateral, no una finalidad en sí misma. El Kremlin podría estar emitiendo interferencias que afectan algunos GPS de vuelos que pasan por la región como aparte de su protección contra posibles bombardeos de Ucrania. Se trata de una situación que se ha dado en otras regiones en conflicto, como el Oriente Medio.
Sin embargo, siempre hay quien se decanta por posiciones más escépticas. Algunos analistas han apuntado que estas interferencias podrían ser el inicio de una escalada de las agresiones rusas en la región. "La sugerencia de que el incremento de operaciones [de disrupción electrónica] en el Báltico reflejan la entrada de Finlandia a la OTAN, seguida pronto por la de Suecia", sentencia en unas declaraciones en El Confidencial, Mark Galeotti, experto en política rusa.
Respuesta de los países afectados
Entre los Estados y las aerolíneas afectadas hay malestar, de manera que algunos ya han tomado cartas en el asunto. Por ejemplo, el titular de Asuntos Exteriores de Estonia, Margus Tsahkna, ha pedido a los vecinos Letonia, Lituania, Finlandia y Suecia que se le unan para plantear ante la OTAN y la Unión Europea (UE) la cuestión de las interferencias rusas. "Rusia sabe muy bien que la interferencia que está causando es muy peligrosa para nuestro tráfico aéreo y, en concreto, también incumple los convenios internacionales de que Rusia es parte. Por lo tanto, es una acción deliberada que está perturbando nuestras vidas, poniendo en peligro la vida de las personas", ha sentenciado Tshkna.
Por otra parte, en el sector privado, aerolínea finlandesa Finnair ha anunciado esta semana la suspensión de los vuelos a Tartu (Estonia) durante el mes de mayo a causa del efecto de las supuestas interferencias rusas con las señales de GPS en la zona. Los vuelos diarios a esta ciudad estonia quedarán suspendidos hasta el 31 de mayo, informó la aerolínea en un comunicado.