El fantasma de una respuesta nuclear del régimen de Vladímir Putin a la utilización de armamento balístico de largo alcance procedente de los Estados Unidos y del Reino Unido ha reaparecido a raíz de la aprobación el martes de una nueva doctrina nuclear que permitirá a Rusia responder con armamento nuclear ante ataques convencionales que considere que amenazan su soberanía o la de Bielorrusia. Esta amenaza incluye la agresión de un país que no tenga armamento atómico, pero que tenga el apoyo o haga uso del armamento de una potencia nuclear, como es el caso de Ucrania y los misiles norteamericanos o británicos. Es lo que la doctrina consideraría como un "ataque conjunto". La pregunta que se hacen muchos es: ¿a qué países atacaría Rusia en caso de decidir aplicar esta doctrina?
Rusia, el país con más ojivas nucleares
A escala mundial se estima que existen aproximadamente 12.500 armas nucleares, una cifra que incluye tanto las ojivas activas como las que están en reserva o en proceso de desmantelamiento. Rusia y los Estados Unidos concentran casi el 92% del total de armas nucleares en el mundo, y los dos países están en proceso de modernizar sus arsenales nucleares, lo que indica que el desarme nuclear sigue siendo un objetivo lejano. Rusia es el país que cuenta con más ojivas nucleares, en torno a 5.580, seguido de los Estados Unidos (aproximadamente 5.328), China (unas 500 ojivas), Francia (en torno a 290), Reino Unido (225), India (172), Pakistán (170), Corea del Norte (entre 50 y 70) e Israel, que se sospecha que tiene en torno a 90 ojivas.
Con la nueva doctrina, Rusia amplía las circunstancias por las que podría utilizar armamento nuclear, que antes estaban más restringidas a la respuesta reactiva a un ataque nuclear. Ahora, sin embargo, la doctrina establece que cualquier agresión contra Rusia por parte de un estado no nuclear, apoyado por una potencia que tenga armas nucleares, justificará la utilización de este armamento atómico, lo que amplía considerablemente el umbral para el uso de estas armas en los conflictos.
Amenazas desde el Kremlin
Los discursos recientes que ha pronunciado Putin advirtiendo sobre el uso de armas nucleares en respuesta a acciones de países occidentales, especialmente en el contexto de la guerra de Ucrania, no mencionan directamente ningún objetivo, pero sus palabras van dirigidas especialmente a los Estados Unidos, el Reino Unido y otros miembros de la OTAN que dan apoyo a Volodímir Zelenski. Rusia está en guerra con Ucrania, que sería un objetivo militar de Rusia, pero también otros países están amenazados, directa o indirectamente. Así lo declaró Dmitri Medvédev, vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, quien aseguró que Rusia podría considerar el empleo de armas de destrucción masiva contra Kiev e instalaciones de la OTAN si se percibe una amenaza contra territorio ruso. También el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, advirtió en una entrevista en la agencia de noticias india ANI que "la guerra de Ucrania se está alargando" y que "ha evolucionado en un conflicto directo entre Rusia y la OTAN".
La base polaca Redzikowo, en el punto de mira
Este jueves, además, Rusia ha advertido de que la base de defensa antimisil en la localidad polaca de Redzikowo es una provocación desestabilizadora más de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, y que esta infraestructura está desde hace tiempo en el punto de mira de su ejército. "Es otro paso abiertamente provocador en una serie de acciones profundamente desestabilizadoras por parte de los estadounidenses y sus aliados de la OTAN en el ámbito estratégico", ha afirmado la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, en una comparecencia de prensa.
Un vídeo viral, no por casualidad
Este martes se hizo viral a través de la red X (antes Twitter) la simulación de cómo podría ser un ataque nuclear ruso contra varios países europeos que emitió el canal Rusia-1 el pasado mes de julio, lo que ha puesto sobre la mesa de nuevo el debate de a qué países atacaría Putin. La aparición de este vídeo justo ahora no se considera una casualidad, y forma parte del aparato propagandístico y disuasivo que utilizan las potencias, como es la propia existencia de las armas nucleares. Todo el mundo sabe que existen para disuadir a los enemigos de utilizarlas, porque si algún país pulsa el botón nuclear contra otro, la respuesta sería inmediata y las consecuencias serían globales. Nadie ganaría y perdería toda la humanidad, como deja bien claro una frase que se le atribuye a Albert Einstein: "No sé con qué armas se peleará en la tercera guerra mundial, pero la cuarta será con palos y piedras".
Según este vídeo de la televisión rusa, prácticamente todo el territorio europeo aparece amenazado, y se van iluminando en rojo los territorios que serían hipotéticos objetivos. "Todas las capitales europeas están amenazadas si nuestros misiles de Kaliningrado atacan Berlín, Varsovia, todos los países bálticos, Praga, Bucarest y París". Entre los objetivos que señalan en la simulación hay varias capitales de Europa, que incluye todas las bases norteamericanas en territorio europeo: los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) son señalizados como los blancos iniciales por su proximidad geográfica y su adhesión a la OTAN. Otras capitales europeas amenazadas en el continente europeo son Berlín (Alemania), Varsovia (Polonia), Praga (República Checa), Bucarest (Rumania) y París (Francia), pero según el mapa, España, junto con países como Portugal o Italia, no estarían entre los objetivos directos.
El Reino Unido, "enemigo tradicional"
Lo que destaca, sin embargo, es que el Reino Unido es un objetivo especialmente señalado. En el programa de Rusia-1 describen a los británicos como un "enemigo tradicional" de Rusia y detallan cómo los misiles lanzados desde la península de Kola, desde las bases de Kaliningrado, podrían impactar en ciudades como Londres, Manchester y Birmingham. Además de señalar bases navales y militares de Davenport, Sheerness, Chatham y Clyth (en Escocia). El presentador llega a decir que "todo lo que se necesita son tres misiles y la civilización británica colapsaría".
La tríada más moderna del mundo
Putin ha presumido de tener "la tríada más moderna del mundo". La tríada se refiere a la estrategia de defensa que consiste en la capacidad de un país para lanzar armas nucleares desde tres plataformas diferentes, lo que proporciona una disuasión más efectiva contra ataques enemigos. Los componentes de la tríada son los misiles balísticos intercontinentales (ICBM), que son capaces de llegar a objetivos de todo el mundo, y que solo tardarían unos 20 minutos en recorrer la distancia entre los Estados Unidos y Rusia, o al revés. La segunda son los bombarderos estratégicos, aviones diseñados para transportar y lanzar bombas o misiles nucleares. Y la tercera son los submarinos nucleares con misiles balísticos (SLBM), que pueden ser lanzados desde el mar y que les proporcionan una capacidad de ataque sorpresa y una mayor protección.
El peligro de los malentendidos y las decisiones precipitadas
Los expertos alertan de que en un contexto de amenaza nuclear como el actual, los malentendidos o las malas interpretaciones de un hipotético ataque pueden ser el gran peligro. Los defensores de que la única manera de preservar a la humanidad de la aniquilación es aplicar el Tratado de no proliferación nuclear (TNP) argumentan que la propia existencia del armamento supone una grave amenaza. "El mundo está a un solo malentendido o error de cálculo de la aniquilación nuclear. Hemos tenido una suerte extraordinaria hasta ahora. Pero la suerte no es una estrategia ni un escudo para impedir que las tensiones geopolíticas degeneren en conflicto nuclear", alertó el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, en 2022, en su discurso de apertura de la conferencia de revisión del TNP. Sus palabras resuenan ahora de forma clamorosa.
Desde el final de la Guerra Fría hasta la actualidad ha habido numerosos incidentes en los que los sistemas de alerta temprana han malinterpretado los datos, lo que ha llevado a falsas alarmas sobre ataques nucleares. Un error técnico o un error en la interpretación provocaron alertas de ataques inminentes, y si se hubiera reaccionado siguiendo los protocolos estándar, se podría haber desencadenado una respuesta nuclear devastadora.
También en situaciones de alta tensión existe el peligro de que los líderes puedan tomar decisiones precipitadas basadas en información incompleta o incorrecta. El tiempo limitado para responder a un ataque potencial (menos de 30 minutos para misiles intercontinentales) aumenta el riesgo de decisiones impulsivas que podrían llevar a una guerra nuclear. Y es que las consecuencias no solo afectan a los países involucrados, sino que tendría consecuencias globales, con millones de muertes inmediatas y efectos ambientales devastadores a causa de la radiación que afectarían a la producción agrícola y animal y a la salud pública a escala mundial.
Recreaciones y simulaciones
Los vaticinios de los expertos también han sido objeto de simulaciones sobre lo que sucedería en una hipotética guerra nuclear. Desde hace tiempo, algunos medios, y también en las redes sociales, aparecen vídeos que recrean lo que pasaría si un misil nuclear impactara. También hay simuladores, como Outrider, que permiten conocer cuál sería el impacto de una bomba nuclear en cualquier núcleo de población del mundo. Por ejemplo, si en cualquiera de las dos grandes ciudades del Estado español, Madrid o Barcelona, cayera una "bomba del Zar" (bomba de hidrógeno de 50 megatones), la onda expansiva afectaría al núcleo municipal de las ciudades, causando más de 3,4 millones de muertos en Madrid y más de dos millones en Barcelona, pero también afectaría de lleno a sus respectivas áreas metropolitanas y provocaría millones de muertos más y centenares de miles de heridos y afectados.