Las protestas en Nueva Caledonia no se detienen, es más, escalan. Después de varias jornadas de disturbios que han acabado con cuatro muertos y más de 130 detenidos, el pasado miércoles el presidente francés, Emmanuel Macron, declaró el estado de emergencia en el archipiélago. Además, se han desplegado centenares de policías franceses para tratar de contener las protestas. Detrás está el enfado de las fuerzas independentistas de Nueva Caledonia ante la aprobación en la Asamblea Nacional francesa de una reforma del censo electoral de la isla. ¿Sin embargo, por qué esta reforma ha levantado tanta polvareda? ¿Y por qué la paz a la influencia en Nueva Caledonia es tan importante para Francia?
¿Dónde está y como es Nueva Caledonia?
Nueva Caledonia está conformada por cinco islas de origen volcánico que conforman un pequeño archipiélago en el suroeste del océano Pacífico con clima tropical. Concretamente, el conjunto de islas se encuentra a 1.500 kilómetros de Australia y 2.000 kilómetros al norte de Nueva Zelanda. Disfruta de un clima tropical con lluvias estacionales. Las islas están habitadas por 270.000 personas, la mayoría de las cuales residen en la isla Grande-Terre, la más grande y la que acoge también la capital: Numea. La población de Nueva Caledonia está conformada por más de un 40% de canacos, indígenas de la zona, y un 24% de personas de origen europeo, mayoritariamente francés.
¿Qué relación tiene con Francia?
Aunque la isla fue descubierta el año 1774 por el explorador británico James Cook, rápidamente cayó en manos francesas. El año 1853 las islas fueron anexadas a Francia y fueron utilizadas como colonia penal hasta poco antes del siglo XX. El estatus administrativo de Nueva Caledonia cambió el año 1946, cuando pasó a ser un territorio francés de ultramar, una categoría administrativa que no igualaba los territorios coloniales a la metrópoli, pero menos restrictiva que situaciones anteriores.
A partir de los años setenta, después de un boom del níquel, muy abundante en la zona, que atrajo forasteros, las tensiones aumentaron en la isla, con diferentes conflictos entre los movimientos independentistas de París y los canacos, según subraya The Guardian. Después de décadas de tensiones, el año 1998 se cerró el Acuerdo de Numea, que calmo las aguas y permitió, entre otras cosas, avanzar hacia la autonomía gradual de la zona y convocar referéndums sobre la independencia de Nueva Caledonia.
¿Por qué es tan importante para el Estado francés?
Los motivos por los cuales París quiere tener control sobre Nueva Caledonia son diversos, pero hay dos que sobresalen. Por una parte, es uno de los cinco territorios insulares que Francia tiene bajo su control en la zona del Indo-Pacífico, una región muy compleja geopolíticamente y donde cada vez China y los Estados Unidos tienen más control. Por otra parte, se ha comentado anteriormente que hay mucho níquel en la zona y, de hecho, Nueva Caledonia es el tercer productor mundial de níquel. Otro motivo por el cual Francia no quiere perder la influencia sobre estas islas.
¿Por qué los independentistas rechazan la reforma del censo?
Los actuales disturbios nacen del Acuerdo de Numea, aquel que inicialmente había sofocado el malestar en la isla. En este acuerdo se recoge que el censo electoral estaba restringido a las personas que habían residido en Nueva Caledonia antes de 1998 y a sus hijos. La medida tenía como objetivo dar una mayor representación de los canacos, que a pesar de ser la población originaria, se había vuelto minoritaria por aquel entonces. Ahora, París ha considerado este censo restrictivo y poco democrático para aquellos ciudadanos que hace años que viven en las islas, pero no pueden participar de su vida política. Por eso han aprobado incluir en el censo a las personas que viven en Nueva Caledonia durante al menos 10 años.
Las formaciones y los movimientos independentistas han denunciado que esta medida diluirá su presencia electoral. Las protestas que han acarreado este cambio en el censo, han llevado a Macron ha puesto sobre la mesa retrasar la ley a la espera de llegar a un acuerdo con los líderes caledonios. El presidente francés ha advertido que si no hay acuerdo firmará la ley en junio.