El presidente chino, Xi Jinping, ha elogiado los vínculos de China con Francia solo llegar a París. Todo, en medio de amenazas para la comunidad internacional por una supuesta guerra comercial por los coches eléctricos chinos y el coñac francés. Se trata de la primera visita a la UE en cinco años, y Xi aprovechará para reunirse con su homólogo francés, Emmanuel Macron, y con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Ambos intentarán reducir los desequilibrios comerciales y utilizar su influencia con Rusia durante la guerra en Ucrania.
Antes de la visita, Macron habría dicho al diario francés La Tribuna que era necesaria una actualización de las relaciones "porque China ahora tiene un exceso de capacidad en muchas áreas y exporta masivamente a Europa".
En septiembre del 2023, la UE inició una investigación sobre la conveniencia de imponer aranceles punitivos para proteger a los productores de la UE contra las importaciones de vehículos eléctricos (EV) chinos más baratos que, según afirma, se benefician de subsidios estatales.
El problema entre la UE y China
El domingo por la noche, Von der Leyen ha señalado el continuo descontento de la UE con China, que según ella "actualmente fabrica con subsidios masivos". Un exceso de oferta de automóviles y acero a causa de la débil demanda interna daba lugar a un comercio injusto y a prácticas inaceptables que distorsionan el mercado, ha destacado Von der Leyen, que "podrían conducir a la desindustrialización en Europa" y la pérdida de puestos de trabajo, particularmente en la industria automovilística alemana.
En este sentido, Macron tiene trabajo en frente, ya que intentará disuadir a Xi para que no tome represalias por la investigación sobre los vehículos eléctricos, potencialmente imponiendo derechos de importación sobre el coñac francés y los productos agrícolas.
También se espera que la UE deje entrever que sabe que las empresas chinas que comercian con el vecino están eludiendo las sanciones en las exportaciones a Rusia. Creen que las multinacionales con sede en Asia están vendiendo legítimamente a Hong Kong y la China continental, pero el destino de los productos es Rusia.
Xi, que ha sido recibido en París por el primer ministro francés, Gabriel Attal, ha dicho ya en un comunicado que los lazos entre China y Francia eran "un modelo para la comunidad internacional de coexistencia pacífica y cooperación beneficiosa para todos entre países con diferentes sistemas sociales".
El "papel constructivo" de la China en Ucrania
Por otra parte, sobre la guerra en Ucrania, ha manifestado que China "comprende las repercusiones de la crisis de Ucrania sobre los pueblos de Europa". Ha puesto énfasis que Beijing no era "parto ni participando en ella" y que "China ha estado ejerciendo un papel constructivo en la lucha para una solución pacífica de la crisis".
La visita de seis días de Xi en Europa es la primera desde el 2019. El líder chino también visitará visitar Serbia y Hungría. Este último espera convertirse en el centro europeo de fabricación de vehículos eléctricos chinos.