Finalmente y después de muchas dudas, Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido y Canadá han acordado expulsar entidades bancarias rusas del sistema de pago internacional SWIFT. Se trata, en palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, de congelar las transacciones de los bancos rusos y hacer imposible que su banco central liquide activos y los destine a la guerra contra Ucrania. Los países del este de Europa reclamaban desde hace días la exclusión total de los bancos rusos, mientras que otros países como Alemania, defendían que fuera “precisa y funcional”. Se ha impuesto la tesis germana. Falta conocer que entidades serán desconectadas del sistema.
¿Qué es Swift?
La Sociedad para Telecomunicaciones Interbancarias Financieras Mundiales, SWIFT, es el principal sistema de mensajería que utilizan los bancos para realizar pagos seguros y rápidos a través de fronteras nacionales. Permite hacer transferencias, confirmar pagos o cambiar divisas de forma segura. De esta manera los intercambios comerciales y financieros discurren con fluidez. SWIFT es el principal mecanismo de financiación el comercio internacional. Cada dia se hacen millones de transacciones. En el 2020 se hicieron cada día cerca de 38 millones de transacciones, que posibilitaron acuerdos por valor de millones de dólares.
¿Qué supone ser expulsado de SWIFT?
Ser expulsado del sistema de pagos SWIFT complica la posibilidad de hacer intercambios comerciales y conseguir liquidez. Dificulta en extremo a las Instituciones financieras rusas enviar dinero fuera del país, cosa que impacta de manera directa a las empresas rusas y sus clientes en el extranjero, en especial a los negocios del petróleo y el gas, que se hacen en dólares. Al no tener acceso a SWIFT, las transacciones comunes deben hacerse directamente entre las entidades bancarias o redireccionarlas a través de otros sistemas de la competència, cosa que aumenta los costes y provoca demoras.
¿Por qué se ha tardado tanto en adoptar la medida?
Ante la hostilidad del Gobierno de Vladímir Putin respecto a Ucrania, hubo quién empezó a proponer que se expulsara a los bancos rusos del sistema SWITF. Desde diversos foros se planteó que la medida no era del todo acertada al considerar que el impacto en los negocios rusos no sería tan grande y por contra podría perjudicar a los intereses occidentales. Analistas recordaron que los bancos rusos podrían optar por utilizar otras vías para hacer las transacciones o hacer los pagos a través de países que no están afectados por la imposición de sanciones, como China. Otro argumento que ha pesado hasta ahora para expulsar bancos rusos de SWIFT ha sido la afectación en el estatus del dólar como moneda global de reserva y la aceleración del uso de las criptomonedas como alternativa. Finalmente, han optado por aplicar la medida.
¿Se ha expulsado antes algún país de SWIFT?
El único precedente de desconexión se remonta al año 2012, cuando se expulsó de SWFIT a los bancos iraníes dentro del paquete de sanciones de la Unión Europea contra el programa nuclear de Teherán. Después de la desconexión, Irán perdió casi la mitad de los ingresos por exportación de petróleo y el 30% del comercio exterior.
¿La expulsión de bancos rusos puede afectar a otros países?
La medida puede tener consecuencias en la economía europea. Rusia es una gran compradora de bienes producidos en el extranjero, especialmente en los Países Bajos y Alemania. También es la principal proveedora de petróleo crudo, gas natural y combustibles fósiles sólidos de la Unión Europa. Igualmente, dificultaría la recuperación de los créditos concedidos a la administración o empresas rusas. Solo el sector bancario ruso debe unos 120.000 millones de dólares, 250.000 a bancos italianos y franceses, según el Bank for International Settlements (BIS).
¿Quién es el propietario de Swift?
La Sociedad para Telecomunicaciones Interbancarias Financieras Mundiales, SWIFT, fue fundada en la década de 1970. Es una cooperativa de miles de instituciones que usan el servicio. Radicada en Bélgica, funciona principalmente como un servicio para sus miembros.