Rusia ha detenido un ciudadano uzbeko que los investigadores creen que colocó la bomba que mató al teniente general Ígor Kirílov siguiendo las instrucciones del servicio de seguridad de Ucrania, ha dicho el comité de investigación del país. El joven de 29 años supuestamente había sido reclutado por los servicios especiales ucranianos y le prometió 100.000 dólares y viajó a la Unión Europea, según ha informado la agencia de noticias Tass, citando la agencia de espionaje nacional del país, el FSB.

El hombre ha sido detenido en el pueblo de Chernoye en el distrito de Balachikcha de Moscú, informó a la agencia de noticias Ria, citando a la portavoz del ministerio del Interior, Irina Volk. Kirílov, el jefe de la unidad de armas químicas, biológicas y radiológicas del ejército, murió en una explosión junto con su asistente cuando los dos hombres abandonaban este martes un edificio de una zona residencial al sureste de Moscú. Una fuente del servicio de seguridad SBU de Ucrania ha dicho que Kyiv estaba detrás del ataque.

Según el CIR, el Comité de Instrucción en Rusia, la bomba ha sido accionada cuando Kirílov salía de su domicilio con su ayudante, que también ha muerto en el atentado. Los investigadores han establecido que el explosivo se encontraba en un patinete eléctrico que estaba al lado del portal del edificio de viviendas, situado en la avenida Riazanki, en el sureste de la capital rusa.

Kirílov, en el punto de mira de muchos

El cargo de Kirílov como responsable de la defensa radiológica, química y biológica de Rusia lo ha llevado a ser objeto de investigaciones y sanciones internacionales, ya que el Kremlin tiene un historial que incluye varias sospechas sobre el uso de armas químicas. Por ejemplo, este mismo lunes, los fiscales ucranianos acusaron al general de utilizar armas químicas prohibidas en Ucrania.

Por otra parte, según informa The Guardian, el gobierno del Reino Unido sancionó a en octubre en Kirílov y su unidad "para ayudar a desplegar estas armas bárbaras", hecho que el Kremlin ha negado en rotundo. Los Estados Unidos también han acusado a las tropas rusas de utilizar armas químicas a la guerra de Ucrania. Concretamente, los dos estados sostienen que el Kremlin ha utilizado al agente tóxico cloropicrina contra las tropas ucranianas en violación de la convención de armas químicas.

La cloropicrina es un líquido aceitoso con un olor picante conocido como agente de asfixia que se utilizó ampliamente durante la Primera Guerra Mundial como forma de gas lacrimógeno, según informa el diario británico. La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) prohíbe específicamente su uso. Rusia ha dicho que ya no tiene un arsenal químico militar, pero que el país se enfrenta a presiones para más transparencia sobre el supuesto uso de armas tóxicas.