Turquía hierve desde que Ekrem Imamoglu, alcalde de Estambul, la capital económica del país, fue detenido al amanecer del pasado 20 de marzo durante una redada policial en su residencia, acusado de corrupción y terrorismo. Tres días después, un tribunal de Estambul ordenó prisión preventiva por el delito de corrupción, y decidió no imponer medidas preventivas por los cargos relacionados con terrorismo, aunque Imamoglu sigue procesado por estas acusaciones. La ofensiva contra el candidato presidencial del Partido Republicano del Pueblo (CHP), el principal rival político de Recep Tayyip Erdoğan, ha sido interpretada como un movimiento gubernamental para deshacerse del político más temido por el presidente turco, el único capaz de cuestionar su continuidad en el poder y hacerle frente en las elecciones presidenciales previstas para el 2028. Imamoglu se ha convertido en un símbolo para la democracia en Turquía, especialmente entre los jóvenes que ven en él la esperanza de un retorno a los derechos y libertades fundamentales, y por eso su detención ha desencadenado las protestas más intensas que han sacudido el país en más de una década, con cerca de de 15 millones de personas participando el pasado domingo en unas votaciones primarias simbólicas en su apoyo organizadas por el CHP en 81 ciudades turcas, con más 13 millones de votos "en solidaridad" con Imamoglu.

Protestas, detenciones y boicots

Después de siete días consecutivos de protestas nocturnas ante la alcaldía de Estambul contra la detención de Imamoglu, el presidente del CHP, Özgür Özel, dio por acabadas las protestas y convocó a los ciudadanos a manifestarse este sábado en la explanada costera de Maltepe, en la parte asiática de la ciudad, que puede acoger hasta a un millón de personas. Özel también volvió a hacer un llamamiento para boicotear numerosas marcas populares por ser grandes conglomerados empresariales relacionados con el gobierno, entre ellas las grandes cadenas de televisión y diarios importantes, que solo han reflejado la visión oficial y no han informado sobre las protestas, que se han saldado con más de 1.500 manifestantes detenidos y 123 policías heridos.

Estilos y personalidades enfrentadas

Y todas estas movilizaciones antigubernamentales nunca vistas en el país en los últimos años, son por Ekrem Imamoglu, el gran temor de Erdogan y el único al que sus compatriotas ven capaz de acabar con el plenipotenciario presidente turco, que ya lleva más dos décadas en el poder. El fundador del Adalet ve Kalkınma Partisi (AKP), el Partido de la Justicia y el desarrollo, que domina la política del país desde el 2002, ha ganado siete elecciones parlamentarias consecutivas desde su creación y desde el 2011 ha adoptado un sistema presidencialista, concentrando más poder en su figura. Erdogan ha consolidado su poder proyectando una imagen de líder fuerte capaz de proteger los intereses nacionales en un entorno inestable, ha explotado los sentimientos nacionalistas y las preocupaciones de seguridad de los turcos y ha combinado elementos de democracia electoral con un fuerte control personal del poder, apoyado por una mezcla de conservadurismo religioso, nacionalismo y políticas de seguridad disertabas. Erdogan, además abrió las puertas a la islamización del país y mantiene un estilo agresivo con sus rivales, basado en la confrontación.

En contraposición, Ekrem Imamoglu defensa un estado laico i es conocido por su estilo moderno, sereno e inclusivo, que atrae votantes de diferentes sectores, desafiando el panorama político polarizado de Turquía. Destaca por un enfoque político progresista, nada estridente, afable, y por tener un gran sentido del humor, y este estilo es el que ha permitido ampliar la base de apoyo del CHP, atrayendo incluso a votantes más conservadores que tradicionalmente han votado al AKP de Erdogan. Pese a estar en prisión, la presecia de Imamoglu sigue activa en las redes sociales y su cuenta en X expresa tanto denuncias, como convocatorias de movilizaciones -como la de este sábado- y muchos mensajes de gratitud a las muchas muestras de apoyo que recibe, como el que le dedica a su sobrino, que le regaló un dibujo -que ilustra este reportaje-. "Yo sería sacrificado por ti (...) Tu tío Ekrem saldrá y seguirá haciendo grandes cosas por ti", le dice en su post en la red X.

Pasión por el Trabzonsport

Los dos políticos, sin embargo, comparten la pasión por el fútbol. Erdogan es del Basaksehir de Estambul, creado en el 2014, que ha recibido un gran apoyo del gobierno en financiación y patrocinios de empresas, e incluso ha adoptado los colores naranja, azul y blanco del AKP, y su presidente, Göksel Gümüsdag es concejal de este partido y está emparentado con la familia de Erdogan. En cambio, Imamoglu es un gran seguidor del Trabzonsport, el equipo de su ciudad natal, e incluso fue gerente del club entre el 2002 y el 2003, y fue fundador y vicepresidente del equipo de baloncesto Trabzonsport BK.

De Trebisonda a Estambul

Imamoglu cumplirá 55 años el próximo 4 de junio. Nació este día de 1970 en Trebisonda, la mítica ciudad asentada cerca del mar Negro, que durante siglos ocupó un lugar destacado en la Ruta de la Seda gracias a su puerto, un lugar fascinante que sedujo Marco Polo y que es conocida para ser un crisol de culturas. Imamoglu empezó siendo un político local en su Trebisonda natal y se trasladó a Estambul en 1987, un movimiento que marcó el inicio de su ascenso a la escena pública turca. En el 2008, Imamoglu se unió al Partido Republicano del pueblo (CHP), el principal partido de la oposición a Turquía, y en el 2014 fue elegido alcalde del distrito de Beylikdüzu, en Estambul.

Imamoglu era un político relativamente desconocido a escala nacional, hasta que en el 2019 ganó la alcaldía de la ciudad más poblada e importante del país, con 17 millones de habitantes, derrotando como candidato del CHP (la organización del Mustafa Kemal Atatürk, el fundador de la Turquía moderna) al candidato del partido del gobierno (AKP) y exministro Binali Yildirim, en dos ocasiones. La primera victoria fue anulada por las autoridades electorales por las impugnaciones presentadas por el AKP y los comicios se repitieron. Pero Imamoglu volvió a ganar, y con una aventaja todavía más mayor, un triunfo que se vio como un símbolo de resistencia democrático delante del partido del gobierno y un golpe muy duro para el oficialismo turco, y en especial, para el mismo liderazgo de Erdogan, que nació en Estambul y fue alcalde entre 1994 y 1998.

El presidente turco se propuso recuperar la alcaldía de Estambul a cualquier precio, una recuperación simbólica. Erdogan sabe por propia experiencia, que la ciudad entre Europa y Asia es el mejor trampolín posible. "Quien gana en Estambul, gana en Turquía", solía decir durante los mítines electorales sobre la importancia de los comicios en esta ciudad, que le sirvió de catapulta para saltar con éxito a la política nacional. Por eso, la victoria de Imamoglu en las elecciones municipales de 2024, cuando fue reelegido alcalde, superando por casi diez puntos porcentuales al candidato del AKP y exministro Murat Kuruml, le confirmó como el aspirante a convertirse en adversario de Erdogan en las presidenciales del 2028.

Neutralizar la candidatura

Pero ahora, justo cuando fue escogido oficialmente como candidato a estas elecciones, Imamoglu ha sido detenido bajo acusaciones de corrupción y vínculos terroristas, lo que se interpreta como un intento de neutralizarlo como a potencial rival de Erdogan. "La detención de Imamoglu estaba anunciada y formaba parte de un "plan calculado y minucioso" para neutralizar a quien es considerado como el principal rival de Erdogan en las elecciones presidenciales que se tienen que celebrar en el 2028, denunció en un artículo Gönül Tol, profesora del Instituto de Estudios del Oriente Medio de la Universidad de George Washington (EE.UU.). El alcalde de Estambul todavía podría ser candidato a las elecciones a pesar de su encarcelamiento, siempre que no tenga una sentencia definitiva en su contra. La constitución tuca establece para ser candidato presidencial se requiere ser graduado universitario, no haber sido condenado por ningún delito y tener más de 40 años.

Retirada del título universitario

El día antes de su arresto, la Universidad de Estambul, donde se licenció hace más de 30 años le retiró el título. Imamoglu obtuvo una licenciatura en Administración de Empresas en 1995. Inicialmente, empezó sus estudios en la Universidad Americana de Girne en Chipre, donde cursó los dos primeros años de la carrera de Empresariales. Posteriormente, en 1990, se trasladó a la Universidad de Estambul para completar los estudios. Ahora, se le ha retirado el título por encontrarse indicios de que el certificado universitario era ilegal y estaba manipulado. El Consejo de Educación Superior de Turquía (YÖK) no reconocía las titulaciones emitidas por la Universidad Americana de Girne, donde Imamoglu había estudiado inicialmente. La universidad consideró que la convalidación de los estudios d'Imamoglu y su posterior registro y graduación en la Universidad de Estambul habrían sido contrarios a la ley.

Acoso judicial

Pero el acoso judicial al cual está sometido y su reclusión en la prisión de Siivri es lo que ha sacado a la gente a la calle. Las principales pruebas contra Imamoglu se basan en acusaciones de corrupción y presuntos vínculos con grupos terroristas, pero la validez y legitimidad de estas pruebas han sido cuestionadas tanto por sus abogados como por la opinión pública. Uno de sus letrados, Mehmet Pehlivan, declaró que se habían violado el derecho d'Imamoglu a un juicio justo y la presunción de inocencia. Se utilizaron testimonios anónimos que le acusaron de obtener beneficios injustos, soborno, corrupción, irregularidades y financiación a periodistas. También se mencionan grabaciones de audio obtenidas ilegalmente, aunque se indica que no tienen relación directa con Imamoglu.

La Fiscalía General, incluso, calificó al alcalde de Estambul como "líder de una organización criminal", en un comunicado después de su detención. La rapidez con que se emitió el veredicto (supuestamente 20 páginas en 20 minutos) y la filtración de la orden de arresto a medios progubernamentales antes de ser leída a los sospechosos sustentan las críticas sobre la legitimidad del pproceso. El diputado del CHP, Mahmut Tanal, sugirió que el veredicto fue preparado con antelación, cuestionando la imparcialidad del proceso judicial.