Esta vez las encuestas no se han equivocado, como ya ha pasado de otras veces en la historia reciente del Reino Unido, y Liz Truss será la nueva líder del partido conservador y, por lo tanto, también, la nueva primera ministra del país. Al nuevo inquilino de Downing Street, una decisión que afecta a casi 68 millones de británicos, lo han decidido los 140.000 tories que han participado en las primarias después de que Boris Johnson renunciara al cargo a principios de julio, semanas después de rumores, presiones y mociones internas incluidas. Sin embargo, ¿quién es Liz Truss?
Durante la campaña electoral, esta política nacida en Oxford hace 47 años, ha sido constantemente comparada con Margaret Thatcher, la primera mujer a asumir el rol de primera ministra, hecho que hace que los paralelismos sean inevitables. Con todo, no se la ha relacionado tanto con Theresa May. Truss nunca ha escondido su fascinación por la Dama de Hierro e incluso, durante los días previos a las elecciones, ha imitado algunas de sus fotografías más icónicas para convertirse en una Iron Lady 2.0.
Todo el mundo tiene un pasado, el de Truss es republicano
Educada en una familia de ideología de izquierdas, contraría en la figura en quién ahora Truss se mira al espejo, incluso ella había participado en manifestaciones contra las medidas que tomó Thatcher durante sus años como primera ministra. Este no es el único cambio en Truss, que también había sido republicana en su época universitaria, pero que mañana martes emprenderá el camino hacia Escocia, donde la espera la reina Isabel II, a quien ahora defiende como buena monárquica, para encomendarle la formación de un nuevo Gabinete. De hecho, entre las dos habrá una fuerte relación, ya que mantendrán reuniones semanales, aunque desde la pandemia estas se hacen por teléfono.
Relación complicada con Escocia
Truss, en la misma línea que se había pronunciado últimamente Boris Johnson, ha mostrado su rechazo absoluto a una nueva consulta por la independencia de Escocia. Ahora, como nueva primera ministra, se tendrá que enfrentar a Nicola Sturgeon, que ha convocado un nuevo referéndum consultivo para el otoño del 2023. En este sentido, también anunció durante la campaña que exigiría más transparencia en Edimburgo: "Me aseguraré que mi gobierno haga todo lo que sea necesario para que los representantes electos hagan que la administración rinda cuentas para no brindar los servicios públicos de calidad, en particular en sanidad y educación, que los escoceses merecen," avanzaba. Un nuevo reto para el gobierno escocés, con una líder con mano de hierro en Westminster.