Después de 13 años de guerra en Siria, en solo dos semanas, las cinco décadas de reinado de la familia Al-Asad han llegado a su fin. La cara más visible de esta caída del régimen de Bashar al-Asad es la del Abu Mohammad al-Golani, líder del grupo islamista Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir en el Sham o HTS, en árabe). El HTS ha sido el grupo rebelde que ha jugado un papel más destacado en la ofensiva contra el régimen de Damasco. Si bien su figura es conocida en Siria y los países vecinos, en el resto del mundo el nombre de Al-Golani empezar a resonar como un futuro actor clave en el tablero internacional. ¿Qué se sabe de Al-Golani?
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Nacido en Riad en 1982, pero de origen sirio, dado que su padre trabajaba como ingeniero de petróleo en Arabia Saudí, volvió a Siria en 1989, donde creció en el acomodado barrio Mezzeh, en Damasco. El mismo Al-Golani ha expuesto que se crio en un ambiente que no lo "empujaba" hacia el islam. De hecho, estuvo después del 11-S que Al-Golani empezó a acercarse a posturas yihadistas. Su evolución hacia estas posturas más radicales culminó en el 2003 cuando se hizo militante y fue a luchar a Iraq, por lo cual acabó encarcelado cinco años.
En el 2011, Abu Bakr en el Bagdadi, que fue después el primer líder del grupo yihadista Estado Islámico (2014-2019), encargó Al-Golani que estableciera una rama de Al Qaeda a Siria. Y así lo hizo al liderar el Frente al Nusra, que tenía "miembros, dinero, armas y asesoramiento directamente de Al Qaeda", según el Consejo de Seguridad de la ONU. El mismo Al-Golani confirmó en el 2013 la relación tan estrecha que tenía con Al Bagdadi y como este personalmente le había encargado dirigir "la lucha de Al Qaeda en Siria".
El fin de Al Nusra, el Organismo de Liberación del Levante y el futuro de Siria
El año 2016, Al-Golani anunció que disolvía el Frente al Nusra y creaba otro grupo, el Frente de la Conquista del Levante, el cual acabó siendo bautizado como se conoce actualmente: Organismo de Liberación del Levante. Este último cambio de nombre llegó cerca que el grupo de Al-Golani con otras facciones.
Esta disolución significaba que, en teoría, rompía toda relación con Al Qaeda para ser una entidad "independiente" con el único objetivo de derrotar el Gobierno sirio y "liberar" el país, cosa que creó fricciones internas que provocaron que otros yihadistas abandonaran el grupo. Sin embargo, eso no quiere decir que haya abandonado sus ideas religiosas, pero sonido que parece haber dado la espalda en la idea de la yihad global.
Desde el inicio de su ofensiva ha repetido por activa y pasiva, que no quiere ni venganza ni represión bajo su dominio, que busca "liberar" a todos los sirios, al margen de la confesión religiosa o su posición política. Sin embargo, la ONU sigue asegurando que la comunicación de Al-Golani con Al Qaeda no se ha roto, además, numerosas organizaciones, incluidas locales, denuncian los abusos de los derechos humanos cometidos contra civiles de la población de Idlib, región de unos 3 millones de habitantes, la mayor parte desplazados.