Casi 15 años después del inicio de la guerra civil en Siria, el conflicto se ha cronificado. Si bien los últimos años el presidente Bashar al-Asad ha conseguido volver a imponer su control en buena parte del país gracias a sus aliados internacionales como Rusia, no ha sido suficiente para acabar con las facciones que todavía se oponen a su liderazgo. El último movimiento de estas fuerzas contrarias a al-Asad ha sido una prisa relámpago de Alepo, la segunda ciudad más del país. Sin embargo, en este conflicto hay muchos actores implicados: rebeldes islamitas herederos de grandes grupos terroristas o aliados de al-Asad dentro y fuera las fronteras de las fronteras sirias. Repasamos a quién se está implicando en este conflicto.
Organismo de Liberación de Levante (HTS), protagonistas de la toma de Alepo
Cuando se ha hablado de la nueva toma de Alepo por milicianos, a menudo se ha utilizado el concepto "a rebeldes". Sin embargo, hay mucho tipo de rebeldes, ¿quiénes son los que se han alzado en armas para tomar el control de la segunda ciudad más importante de Siria? La gran ofensiva ha sido liderada por la coalición denominada el Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir en el Sham o HTS, en árabe). Se trata de un grupo que aglutina milicias islamistas que nace de la escisión del Frente Nusra, antigua filial de Al Qaeda en Siria.
El HTS es una organización salafista que ha renunciado a establecer un califato regional en la zona y se enfoca a promover un régimen islámico fundamentalista a Siria. Según subrayan varios medios y agencias, este grupo islamista cuenta con el apoyo de varios países del golfo y Turquía, país vecino que se ha convertido en uno de los principales apoyos de los grupos contra el régimen de al-Asad.
Turquía, una sombra muy alargada
Aunque el gobierno del presidente turco Recep Tayyip Erdogan se distancia del conflicto, la sombra de Turquía marca la realidad siria. Es un país con mucha influencia en los grupos opositores al gobierno de al-Asad, como con el mencionado HTS, pero no únicamente. Por eso, con la reciente toma de Alepo, la atención también se ha centrado sobre Turquía. Oficialmente, Ankara niega toda implicación en la reciente ofensiva y el presidente turco se ha limitado este lunes a desear que la guerra acabe "acuerdo con las exigencias legítimas del pueblo sirio".
Sin embargo, Turquía controla desde el 2016 varias zonas al norte de Siria con ayuda de milicias locales agrupadas bajo el nombre del Ejército Libre de Siria (ELS), a duras penas relacionadas con el frente armado de este mismo nombre a inicios de la guerra civil siria.
Al-Asad y sus principales aliados: Rusia e Irán
Este lunes, el presidente ruso, Vladímir Putin, y el iraní, Masoud Pezeshkian, los más próximos aliados del gobierno sirio de al-Asad, expresaron durante una conversación telefónica su apoyo "incondicional" al presidente de Siria ante esta crisis, según un comunicado del Kremlin. Putin y Pezeshkian abordaron "la agresión a gran escala de grupos terroristas y formaciones armadas" que interpretaron como un intento de "socavar la soberanía y la estabilidad política, social y económica del Estado sirio", mientras que pidieron coordinar los esfuerzos diplomáticos entre tres garantes del alto el fuego: Rusia, Irán y Turquía.
Al margen de estos apoyos internacionales por parte de Rusia e Irán, al-Asad cuenta con las fuerzas de seguridad sirias. Concretamente, las Fuerzas Armandas Sirias (FAS) que son leales al presidente sirio, pero pasan por horas bajas al haber sido expulsados de Alepo.
Fuerzas Democráticas Sirias, los kurdos se levantan contra los ataques islamistas
Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) han anunciado que una movilización general contra los rebeldes islamistas que han tomado Alepo. De esta manera, a los rebeldes islamistas se les añade un nuevo enemigo después de que el ejército del país se retirara de Alepo para "prepararse para un contraataque". Las FDS, de mayoría kurda, son un opositor declarado de los rebeldes y, por extensión, de Turquía. De hecho, acompañando su anuncio de movilización, esta alianza de milicias kurda ha acusado a Turquía de dirigir el ataque de los rebeldes yihadistas y querer "ocupar todo el territorio sirio".
Las FDS participaron en los combates contra el Estado Islámico hasta su derrota territorial en el país en el 2019, y habían contado anteriormente con el apoyo de los Estados Unidos. Por su parte, Turquía acusa a las FDS de mantener vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), grupo a que el gobierno de Erdogan ha declarado abiertamente la guerra al considerándolo un grupo terrorista.