Una vez Kamala Harris ha sido elegida oficialmente como candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, ya solo faltaba saber quién la acompañaría en la carrera presidencial. Este martes hemos salido de dudas: el elegido ha sido el gobernador de Minnesota, Tim Walz, que se ha impuesto a los otros dos aspirantes finalistas —Josh Shapiro, gobernador de Pensilvania; y Mark Kelly, senador de Arizona—. Ahora bien, ¿quién es Tim Walz, el nuevo número dos de Kamala Harris?

Hay un cierto consenso a definirlo como un progresista tranquilo, aunque la campaña de Donald Trump ya lo ha tildado "izquierdoso radical". Es exmilitar, un hombre sencillo del decisivo Medio Oeste, maestro, un padre que se ha hecho viral por sus cosas de padre y un político preferido por las facciones más progresistas del Partido Demócrata. Es decir, que junta varias cualidades difíciles de encontrar en un único político.

Tim Walz: militar, maestro y político

A los 60 años, Walz será el candidato a vicepresidente de Harris y, por lo tanto, pasará de un perfil discreto como gobernador reelecto de un estado alejado de la política de alta tensión al centro de una de las campañas más cargadas de las últimas décadas. Nació a una comunidad rural de Nebraska y se alistó a la Guardia Nacional como soldado para poder pagar los estudios superiores, una vía habitual utilizada por la clase media de EE.UU. hacia la mejora educativa. Fue maestro de una escuela donde conoció su esposa, Gwen Wipple, con quien se mudó a Minnesota para seguir con su trabajo en una escuela de secundaria como profesor de geografía y entrenador de fútbol americano —consiguiendo que su equipo ganara el campeonato estatal de 1999—. También enseñó en China y organizó viajes de estudios para adolescentes al país asiático, una experiencia de intercambio cultural que podría servirle si llega a la Casa Blanca.

Entró en política el año 2006, cuando decidió presentarse a un escaño en el Congreso y consiguió renovar la confianza de sus votantes durante 12 años. En este tiempo, fue miembro de los comités de Agricultura y de Asuntos de Veteranos de la Cámara de Representantes. Parecía destinado a ganar y en 2018 fue elegido gobernador de Minnesota, un estado que en las últimas elecciones generales votó demócrata. Sin embargo, su población rural es mayoritariamente republicana y conservadora. En 2022, fue reelegido para un nuevo mandato de cuatro años.

El apoyo de Bernie Sanders

Hace dos días, el senador de Vermont, aspirante presidencial en el 2016 y referente de la izquierda estadounidense, Bernie Sanders, dio su apoyo público a Walz. De hecho, Sanders hacía semanas que intentaba convencer a Harris de elegir al gobernador de Minnesota. "Es el único que puede levantar la voz y enfrentarse a los intereses de las grandes corporaciones", argumentaba. Walz también ha recibido el apoyo de Shawn Fain, el presidente del poderoso sindicato del motor United Auto Workers (UAW), bien implantado al Medio Oeste —una región donde Harris tiene que ganar si se quiere imponer a Trump.

Como gobernador, ha presumido de aprobar comidas gratuitas para los estudiantes de Minnesota, protecciones para los derechos reproductivos de las mujeres, recorte de impuestos para la clase media y mejora de los beneficios para las bajas médicas. Además, ha sido activo en las redes sociales, donde da consejos sobre los fusibles de su vehículo y se ha convertido en el Padre de América, gracias a momentos estelares como cuando presentó nuevas regulaciones para no enviar mensajes mientras se prepara para conducir con su hija Hope (una sensación en las redes sociales).

Walz es un hombre normal, que se deja ver en camiseta (como se ve la imagen que compartió en Instagram este lunes, con una camiseta de los Vikings —el equipo de Minnesota de fútbol americano—) y que no tiene miedo de engancharse con los republicanos. Su nombre no era el primero en las apuestas, pero emergió con fuerza después de varias apariciones públicas. En una de ellas, llegó a tildar de "raritos" a los rivales. El número dos de Trump, J.D. Vance, lo ha acusado de ser demasiado izquierdoso y él ha respondido bromeando: "Uy, sí, qué monstruo. En mi estado los niños se van a dormir con la barriga llena". "No me avergonzaré de mis valores progresistas. El socialismo de uno es el carácter de ser un buen vecino de otro", ha asegurado recientemente en una entrevista, cuando empezó a escalar posiciones en la pugna para ser el candidato a vicepresidente.

Así, queda claro que era el candidato más progresista de los aspirantes finalistas para el cargo. Su perfil podría atraer votos de trabajadores del cinturón industrial del Oeste Medio, aunque es verdad que fue criticado por retrasar el despliegue de la Guardia Nacional durante las protestas por el asesinato de George Floyd en el 2020. Al fin y al cabo, el objetivo de Harris era encontrar a un compañero de fórmula que lo ayudara a ganar las elecciones, que compartiera sus ideales y que fuera alguien con quien tuviera afinidad personal. Ahora, los dos iniciarán una gira que los llevará por Filadelfia (Pensilvania), Eau Claire (Wisconsin), Detroit (Michigan), Durham (Carolina del Norte), Sabana (Georgia), Phoenix (Arizona) y Las Vegas (Nevada), estados donde la candidata demócrata ha recortado distancias a su rival republicano.
 

¡Sigue ElNacional.cat en WhatsApp, encontrarás toda la actualidad, en un clic!