Este domingo en las 8.30 de la mañana (7.30 horas española) entrará en vigor el alto al fuego que esta madrugada ha aprobado el gobierno de Israel, que tiene que marcar el principio del fin de la Guerra de Gaza. Con el intercambio de los primeros rehenes y prisioneros entre Israel y Hamás empezará la primera fase del acuerdo, que también permitirá la entrada de la ayuda humanitaria que tiene que aliviar a los palestinos que están sufriendo inseguridad alimentaria y desnutrición. La cuestión sobre quién controlará políticamente la Franja de Gaza después del alto el fuego sigue siendo una gran incógnita y motivo de tensiones. Actualmente, no hay un acuerdo claro sobre la gobernanza futura de Gaza, que se encontraba bajo el control político de Hamás antes de los ataques del 7 de octubre del 2023. Así, que quien controlará políticamente la Franja a partir de este domingo es a estas alturas una pregunta que todavía no tiene una clara respuesta, y sí muchas especulaciones. No se espera que la retirada total de Israel de Gaza se produzca hasta el final de la segunda fase del acuerdo, y tanto la reconstrucción como la gobernanza no se concretarán hasta la futura tercera fase.
El AP, dispuesta a "asumir la responsabilidad"
La Autoridad Palestina (AP) reclamó este viernes el control político de la Franja y asegura que está dispuesta a asumir la "total responsabilidad" del territorio cuando entre en vigor el alto el fuego a partir de hoy. El presidente de lo AP, Mahmud Abbas, a través de un comunicado difundido por la agencia oficial de noticias Palestina Wafa, aseguró que "la Presidencia palestina reafirma su posición sobre la necesidad de un alto el fuego inmediato y la retirada total de Israel, y que el Estado de Palestina asuma plenamente sus responsabilidades en la Franja de Gaza, que es parte integral del territorio palestino ocupado".
En este documento, lo AP describe cuál es la hoja de ruta que tiene prevista para la Franja de Gaza. "El gobierno palestino, bajo las directivas del presidente Abbas, ha completado todos los preparativos para asumir la total responsabilidad en Gaza", incluido el retorno de los desplazados, la prestación de servicios básicos, la gestión de los pasos y la reconstrucción del territorio devastado por la guerra, según un comunicado de despacho del presidente del AP. "Sus equipos administrativos y de seguridad están completamente preparados para llevar a cabo su misión", asegura el AP, que también ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que proporcione la asistencia que el gobierno palestino necesita para cumplir estas responsabilidades hacia su pueblo "que ha sido objeto de una guerra genocida en la franja y de graves ataques y violaciones israelíes en Cisjordania y Jerusalén".
Un reto mayúsculo
El primer ministro del AP, Mohammad Mustafa, que se reunió con sus homólogos europeos en Bruselas el viernes, dijo que el AP tenía un "plan de cien días" para Gaza que podría empezar cuando el alto el fuego tenga efecto el domingo. "Los ministros palestinos tienen instrucciones claras sobre qué hacer desde el momento en que empieza el alto el fuego", dijo Mustafà. "Depende de cómo se comportarán los israelíes en los próximos días, pero estamos intentando estar tan preparados como sea posible". Mustafa declaró que "no será aceptable" que una entidad que no sea la AP gobierne la Franja de Gaza en el futuro. Lo que claro está es que el reto de la reconstrucción de la Franja es mayúsculo, empezando por el retorno de miles de desplazados, el restablecimiento de servicios básicos como agua electricidad, los servicios sanitarios y los hospitales totalmente destruidos, y la retirada de millones de toneladas de escombros y el control de los pasos fronterizos.
¿Qué dicen al resto de los actores implicados?
Hay muchas incógnitas abiertas, pero lo que está muy claro es que Hamás no volverá a formar parte de un futuro gobierno en Gaza, un precepto al cual se opone tanto Israel, como los Estados Unidos y la Autoridad Palestina, con sede en Cisjordania. Aunque ha quedado muy debilitada, Israel no ha conseguido aniquilar a Hamás, como era su gran objetivo. Hamás tomó el control político de la Franja en el 2027, después de la retirada de Israel en el 2005, cosa que implicó el desmantelamiento de 21 asentamientos israelíes en Gaza y la reubicación de unos 8.000 colonos y la retirada total del ejército de Gaza en 2009. La toma del control de Hamás supuso un punto de inflexión en la política palestina y en la situación de la Franja. La milicia expulsó los dirigentes y funcionarios de la Autoridad Palestina, dirigida por Al Fatah del presidente Abbas, a menudo utilizando la violencia física y militar, y provocó una división política entre Gaza y Cisjordania, donde la AP mantuvo el control. Esta situación desencadenó el inicio del bloqueo israelí en la Franja de Gaza y el deterioro progresivo de las condiciones de vida de los palestinos que vivían en este territorio, con un aumento de la pobreza.
Netanyahu, presionado
Israel no se ha pronunciado últimamente, pero siempre ha dejado muy claro por activa y por pasiva que no aceptaría bajo ningún concepto que el movimiento islamista vuelva al poder en Gaza. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu se ha visto atrapado por las presiones de los partidos de la extrema derecha que forman la coalición de su gobierno y que, en algunos casos, abogan por un retorno de la presencia civiles israelíes a la Franja y recuperar los asentamientos de colonos, y se opone a una retirada completa de sus tropas de Gaza. Netanyahu había descartado hasta ahora que la AP recuperara el control de Gaza, porque considera que incita al terrorismo en su sistema educativo, pero la opción de la Autoridad Palestina, en cambio, es una opción que no descartan ni la Casa Blanca y algunas naciones árabes, pero también son conscientes de la impopularidad del AP y exigen una profunda reforma de la misma organización.
Estados Unidos, a la espera de Trump
Habrá que esperar a la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca para ver cuál es exactamente la posición de los Estados Unidos, pero el próximo presidente ya dejado muy claro después del anuncio del acuerdo que trabajará con Israel y sus aliados para "garantizar que Gaza nunca más se convierta en un refugio para terroristas". El presidente Joe Biden deja al futuro gobierno la aplicación del plan que tenía la administración norteamericana para una Franja de Gaza, que implica que nunca más tiene que ser gobernada por Hamás ni utilizada como "plataforma para el terrorismo". El secretario de Estado norteamericano saliente, Antony Blinken, ya admitió que el objetivo del plan era que la Autoridad Palestina sustituya en Hamás, y prevé "la unificación cisjordana bajo la Autoridad Palestina; ninguna ocupación militar israelí de Gaza, ni la reducción del territorio de Gaza; ningún intento de asedio o bloqueo después del conflicto; y ningún desplazamiento forzoso de la población de Gaza".
La comunidad internacional proporcionaría la financiación, la asistencia técnica y la supervisión para poder llevar a cabo este plan Biden, y políticamente el control lo asumiría una administración interina formada por "palestinos de Gaza y representantes de la Autoridad Palestina, escogidos después de una consulta con la población", pero teniendo en cuenta la impopularidad del AP entre los palestinos de Gaza, que la ven como una organización corrupta, tendría que ser una Autoridad Palestina "plenamente reformada la antes posible". Las potencias occidentales, como Francia, y los países árabes que tienen que asumir parte de la factura de la reconstrucción (Qatar y Arabia Saudí), son partidarias de este plan que implica la reforma del AP. Pero Mahmoud Abbas, a sus 89 años, no parece muy dispuesto a ceder el poder. Ahora habrá que ver, sin embargo, si la administración Trump comulga con estas posiciones o introduce de nuevas y hasta donde está dispuesto a presionar para imponerlas
Hamás todavía no se ha pronunciado sobre esta declaración de la AP, ni sobre los esfuerzos de las últimas semanas por constituir un comité conjunto con el Gobierno palestino. A pesar de haber quedado militarmente muy debilitado por la guerra, y la eliminación selectiva de sus principales dirigentes, los expertos creen que la organización palestina todavía mantiene a muchos adeptos en Gaza y habrá que ver cómo evolucionan los acuerdos del alto el fuego para ver su papel en el futuro, y no descartan que su poder se pueda reforzar. "Calculamos que Hamás ha reclutado casi tantos nuevos militantes como los que ha perdido," reconoció Blinken", y eso lo saben muy bien en Israel.
¿Cuáles son las fases del acuerdo?
Solo la primera fase está completamente acordada, mientras que los detalles de la segunda y la tercera fase se negociarán durante la implementación de la primera. El éxito de las fases posteriores dependerá del cumplimiento de los acuerdos establecidos a la fase inicial.
Primera fase (42 días)
- Duración: 6 semanas
- Cese de hostilidades y retirada gradual de las fuerzas israelíes de Gaza
- Liberación de 33 rehenes israelíes por parte de Hamás, priorizando mujeres, niños y mayores de 50 años
- Israel liberará a más de 1.000 prisioneros palestinos (30 por cada rehén civil y 50 por cada mujer soldado).
- Entrada de ayuda humanitaria y combustible a Gaza.
- Vuelta de desplazados palestinos en el norte de Gaza.
Segunda fase (duración prevista 42 días)
- Se empezará a negociar el día 16 de la primera fase
- Liberación del resto de los rehenes vivos, incluyendo soldados hombres y hombres menores de 50 años
Tercera fase
- Se negociará cuando esté iniciada la segunda fase
- Incluirá la entrega de los cuerpos de los rehenes muertos