El CEO y cofundador de Telegram, el polémico Pável Dúrov, ha sido detenido por las autoridades francesas. Dúrov ha conseguido irritar tanto a Rusia como a Occidente con su actitud libertaria a la hora de negarse a colaborar con las autoridades para combatir el extremismo. El empresario ruso cuenta con la ciudadanía francesa, y desde el 2021, también la de los emiratos al residir en Dubái. Además, también cuenta con la de San Cristóbal y Nieves, un pequeño país del Caribe compuesto por dos islas. Telegram, que fue lanzada oficialmente en 2013, roza ya los 1.000 millones de usuarios mensuales —350.000 nuevos clientes se apuntan diariamente—, lo que la convierte en una herramienta de alcance global. Dúrov ha tenido conflicto con varios gobiernos, e incluso el juez Santiago Pedraz ordenó su prohibición en España en marzo de este año.

En una entrevista el pasado febrero con el periodista estadounidense Tucker Carlson, Dúrov aseguró que "la humanidad necesita una plataforma neutral como Telegram que respeta la vida privada y la libertad de las personas (...) En realidad, no importa si Telegram es usada por la oposición o el partido en el poder. Las reglas son iguales para todas las partes. De esta forma, somos imparciales".

Red social más importante en Rusia

Dúrov, de 39 años, ya apuntaba maneras desde bien joven, cuando se graduó en el elitista liceo de San Petersburgo, aseguró a su profesor: "Quiero ser un tótem de internet". Sus primeros pasos en el mundo digital empezaron en la Facultad de Filología Inglesa, y allí creó una biblioteca virtual —Durov.com— con los trabajos de los estudiantes para que pudieran ser consultados por otros alumnos. Se graduó con honores en 2006, mismo año en el cual fundó VKontakte (CK), una especie de Facebook ruso, que rápidamente se convirtió en la primera red social en Rusia, una cuestión que llamó la atención del Kremlin —presidido por Vladímir Putin—, que muestra siempre un cierto recelo por internet. Fue su lanzamiento a la fama y lo convirtió en uno de los empresarios más influyentes del país. Los últimos datos sobre usuarios en VK revelan que cuenta con más de 656 millones de perfiles, la mayoría de ellos de los países que formaron la Unión Soviética. Entre sus servicios están el de mensajería —totalmente independiente de Telegram—, noticias, comunidades, música e incluso vídeos al estilo de YouTube. Actualmente, es la quinta página web más visitada de toda Rusia.

Su primer conflicto con el gobierno ruso fue el año 2014 con la guerra de Crimea entre Rusia y Ucrania. Dúrov se negó a cumplir con las demandas del Kremlin de cerrar las comunidades de oposición ucraniana en la plataforma y decidió vender la empresa por un valor de 14.000 millones de euros a los amigos del Kremlin (mail.ru). En este momento, decidió marcharse del país para no volver.

Creación de Telegram

Cuando todavía era el director general de VK, lanzó aviones de papel hechos con billetes de dólar desde la ventana de su oficina, un gesto premonitorio, ya que un avión de papel es el símbolo de Telegram. "La idea de la creación de Telegram llegó (...) cuando policías armados vinieron a mi casa e intentaron entrar por la fuerza (...) Entonces, se me ocurrió que no estaría mal crear una aplicación para el intercambio de mensajes con una encriptación fiable", comentó a Carlson. Con este servicio de mensajería encriptada, Dúrov dio el salto a otra dimensión. Telegram fue lanzada el año 2013 por Dúrov y su hermano Nikolái como una alternativa a la aplicación WhatsApp. Con sede en Dubai y traducida además de 20 idiomas, la principal característica de Telegram es la sincronización en la nube de forma permanente, una herramienta que WhatsApp no tiene, así pues, sus usuarios pueden acceder a los mensajes desde diferentes dispositivos al mismo tiempo, incluyendo tablets y ordenadores, y compartir un número de fotos, vídeos y archivos de hasta 2 GB cada uno.

Según los expertos y personas próximas al empresario, no tiene una ideología definida, y ha denunciado presiones políticas, así como otros gigantes como Google o Apple. Dúrov considera que Telegram es una aplicación universal y se niega al hecho de que la relacionen con Rusia, y que nunca se ha podido utilizar para entregar a nadie a la policía. Por esta razón, en 2018 el Kremlin decidió cerrar Telegram, pero las multitudinarias protestas en su defensa obligaron al gobierno ruso a cambiar de opinión, e incluso, es una de las principales instituciones estatales utilizan habitualmente esta red. Sin embargo, hace unos meses el Kremlin fue acusado de bloquear la plataforma después de la muerte del opositor ruso, Alekséi Navalni.

Las críticas a Telegram

Telegram destaca por su secretismo con la implementación de chats secretos que protegen la privacidad de los usuarios con una encriptación exclusiva y hasta 200.000 personas por grupo. Unas características que lo ha convertido en un instrumento muy atractivo para delincuentes y extremistas. Precisamente, por esta razón es que ha sido bloqueada en países como Irán, Indonesia o Tailandia, y ha sufrido y multas en España, Alemania, Brasil o Países Bajos. La justicia francesa considera que esta falta de "moderación y cooperación" con las autoridades y la criptografía, convierten a Dúrov en cómplice de delitos que van desde el tráfico de drogas a la pedofilia o el terrorismo, según ha apuntado la prensa francesa. En su momento, Dúrov aseguró que el hecho de que varios autores de actos violentos hayan utilizado Telegram, "no tiene que servir de excusa para la organización de una caza de brujas o para convertir la sociedad en un campo de concentración".