Con la retirada de Kyiv, dejando atrás centenares de víctimas de crímenes de guerra, y la concentración en el Dombás, donde Ucrania cree que ya ha empezado la ofensiva final, Vladímir Putin decidió el pasado fin de semana llevar a cabo algunos cambios en la dirección de sus tropas sobre el terreno ucraniano para mejorar su estrategia militar, que hasta ahora no le ha funcionado. Con esta reorganización, Aleksandr Dvornikov, se ha situado al frente del ejército ruso y se encargará de dirigirlo en el este de Ucrania, una zona donde ya tiene experiencia. Ante estos hechos, el Institute for the Study of War (ISW), un think-tank norteamericano que cada día publica un informe sobre la evolución de la guerra, asegura que no es una sorpresa que sea Dvornikov quien asuma el mando en el contexto actual, pero al mismo tiempo consideran que su entrada no supondrá ningún gran cambio en las tropas rusas, ya que muchas han sufrido daños materiales y se tienen que reorganizar, y el resto tiene graves problemas de moral. Ahora bien, ¿quién es Aleksandr Dvornikov? Este hombre de confianza de Putin es especialmente conocido por su participación en la guerra de Siria, que le valió su sobrenombre: el carnicero de Siria.
Su trayectoria militar
Dvornikov dirige el distrito militar del sur desde septiembre de 2016, culminando una carrera militar que empezó en 1978 cuando se graduó en la escuela militar Ussuriysk Suvorov, un internado militar soviético, con 18 años. Entonces, el joven sirvió como comandante de pelotón, comandante de compañía y jefe del estado mayor de batallón en el distrito militar del Extremo Oriente durante la década de los 80. Entre 1991 y 1994, la carrera de Dvornikov se disparó: primero, ejerció como comandante adjunto y después comandante de un batallón de fusiles motorizados asignado al soviético Grupo Occidental de Fuerzas en Alemania. Durante los cinco años siguientes, de 1995 a 2000, ejerció como jefe del estado mayor y comandante de un regimiento de fusiles motorizados no especificado del distrito militar de Moscú. Continuó con su camino, sirviendo como jefe del estado mayor y comandante de otro regimiento de fusiles motorizados en el distrito militar del norte del Cáucaso hasta el 2003. En esta época, apunta el ISW, probablemente participó en la Segunda Guerra Chechena.
Durante los años posteriores siguió desarrollando su carrera militar hasta que, en el 2015, después de haber sido jefe del estado mayor del Distrito Militar Central (2012-2015), se convirtió en "el carnicero de Siria" a partir de su participación en la guerra. Desde el inicio oficial de la intervención rusa, en septiembre de 2015, hasta julio de 2016, comandó las fuerzas rusas en Siria. Hoy por hoy, es el comandante del distrito militar con más relevancia de Rusia y "un posible candidato para suceder Valery Gerasimov como próximo jefe del estado mayor" del país, según las informaciones del Institute for the Study of War. Su trayectoria, muy cambiante, es típica entre los comandantes rusos, ya que suelen cambiar de distrito militar con cada promoción. Así, hasta su participación en Siria, tuvo un camino poco diferente de la del resto, pero entonces todo cambió.
No es el único "carnicero"
El Institute for the Study of War destaca que a pesar del misticismo que se ha generado alrededor de su experiencia, su despliegue en Siria tampoco fue único. De hecho, todos los actuales comandantes de distrito militar ruso, y de otras fuerzas, participaron como jefes del estado mayor o comandando las fuerzas. De hecho, Dvornikov, tiene menos experiencia en Siria que muchos de sus compañeros, ya que solamente sirvió unos 10 meses, mientras que otros estuvieron durante dos años. El mando de Dvornikov es recordado por el objetivo de los rusos contra los civiles sirios, pero fue así en todas las operaciones: "trágicamente, no es inusual", apunta el ISW. Así, si bien a él se le conoce como Carnicero de Siria o de Alepo, según el think-tank, cualquier comandante ruso habría podido ser bautizado con este sobrenombre, ya que todos atacaron a civiles e infraestructuras durante su intervención, hecho que los convierte en cómplices de los crímenes.
Con todo, el think-tank norteamericano sí que identifica una "habilidad poco usual" en Dvornikov, que no comparten sus compañeros: su capacidad de establecer nuevas estructuras de mando en entornos complicados, puesto que fue el primero en llegar a Siria. Entonces, estableció la estructura inicial, en septiembre del 2015. A partir de aquí, ha explicado en varias ocasiones su experiencia, también cuándo todavía estaba sobre el terreno. En este sentido, daba especial importancia a establecer una estructura unificada. Según afirmó él mismo, exageradamente según ISW, su "gran obra" fue reconstruir las fuerzas prosirias destruidas y desmoralizadas (como buena parte de las rusas ahora mismo en Ucrania) y las dotó de fuerza de combate. Ahora, Putin lo habría recuperado para hacer lo mismo en Ucrania.