Egipto hace tiempo que tiene entre manos la construcción de la Nueva Capital Administrativa. Se trata de una ciudad a las afueras del Cairo. Idear una ciudad desde cero ha dado pie a muchas ideas innovadoras, pero pocas tan ambiciosas como el hecho de alimentar este rascacielos con hidrógeno.
La Forbes International Tower, un edificio de oficinas de 240 metros de altura que se construirá cerca de la Iconic Tower (el edificio más alto de África), se planteó desde el principio para que fuera más respetuoso con el medio ambiente. Diseñado por Gordon Gill de Adrian Smith + Gordon Gill Architecture, la firma detrás de Central Park Tower de Nova York y de la futura Jeddah Tower de Arabia Saudí, tal como destaca la CNN, la intención es conseguir una huella de carbono nieta cero, alimentando el edificio de oficinas de 43 pisos con hidrógeno limpio, complementado con paneles solares en la fachada.
Según Magnom, su desarrollador, el edificio, que funcionaría con un 75% de hidrógeno y un 25% de energía fotovoltaica, no dependería de una red eléctrica tradicional. Magnom ha destacado, según dice la cadena norteamericana, que construir con materiales con "bajo contenido de carbono incorporado" (materiales con emisiones asociadas reducidas a través de su obtención, fabricación y posterior eliminación o reutilización) podría reducir la huella de carbono de su construcción en un 58%. Mientras tanto, el reciclaje y el tratamiento del agua en el lugar reducirán la demanda de agua dulce, una cosa vital en un país con una escasez cada vez mayor de agua. Cualquiera que sea su fuente de energía, la Torre Forbes International se levantará en el corazón del distrito central de negocios de la Nueva Capital Administrativa, donde ya se están instalando empresas nacionales e internacionales.
El rascacielos más alto del África
La Torre Forbes International, sea como sea, no será la más alta del continente. Este papel ya recae sobre la Iconic Tower. Se trata de un rascacielos de 385 metros de altura y 80 pisos que ya estaría listo. Iconic Tower es el símbolo de este nuevo proyecto urbanístico. La iniciativa fue anunciada en el 2015 y el enorme rascacielos empezó a ser construido en mayo del 2018, con la mirada puesta al finalizar la construcción de lo que tiene que ser uno de los edificios más representativos de esta nueva etapa que Egipto quiere iniciar, de la mano de China, tal como destacaba el portal Xataka en un artículo.
La ciudad inteligente, un satélite de El Cairo promocionado por sus credenciales de sostenibilidad, empezó a construirse en el 2016. Aunque está en curso, muchos edificios clave ya se han completado para el proyecto, cuyo coste ama en torno a 53 mil millones de euros.