El presidente de Agrupación Nacional y mano derecha de Marine Le Pen, Jordan Bardella, ha cancelado este viernes su intervención en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, por sus siglas en inglés) que se celebra en Washington, el gran encuentro de la ultraderecha norteamericana y mundial. Su decisión llega después de que Steve Bannon, exasesor de Donald Trump, hiciera un saludo nazi durante su intervención. Bardella ha explicado que la "provocación" de Bannon a la hora de hacer "un gesto que hace referencia a la ideología nazi" lo ha llevado a tomar esta decisión. El exasesor de Trump, considerado uno de los grandes ideólogos del movimiento Make America Great Again (MAGA) —Que América Vuelva a ser Grande-, finalizó su discurso exclamando "Luchad, luchad, luchad!" antes de levantar el brazo y acabar con un "amén".

La reacción de Bardella no ha pasado desapercibida por Bannon, que ha respondido con duras críticas al líder ultraderechista. "Es un niño pequeño, si cancela a causa de lo que dice la prensa sobre mi discurso, no está en condiciones de liderar Francia", ha lanzado en declaraciones a la prensa francesa. Además, ha justificado su gesto asegurando que ya había hecho exactamente lo mismo hace siete años en un acto con Agrupación Nacional, cuando fue invitado a dar un discurso, y al explicar que se trata de un simple "saludo".

El gesto de Bannon ha generado polémica, pero no es el único elemento de su intervención que ha provocado un escándalo. Quien fue el principal estratega de Trump entre el 2017 y el 2021 sigue siendo una figura influyente dentro del movimiento MAGA, a pesar de haberse distanciado del magnate en algunos aspectos. En esta CPAC, ha vuelto a defender una agenda ultraconservadora y ha llegado a plantear la posibilidad de un tercer mandato de Trump, imposible según la legislación estadounidense actual.

Distancia calculada con el trumpismo

Aunque Bardella había decidido asistir a la CPAC, su cancelación refleja la posición ambigua que mantiene Agrupación Nacional con respecto al movimiento de Trump. A pesar de las coincidencias ideológicas, Marine Le Pen ya había avisado de que la victoria de Trump no tiene que ser vista como "un llamamiento a un alineamiento". De hecho, ha pedido a sus diputados que moderen las muestras de entusiasmo hacia el presidente norteamericano. Este episodio confirma que, a pesar de los puntos en común, el partido francés busca diferenciarse de la extrema derecha norteamericana más radical. Bardella, que tenía que participar en el acto en un momento de máxima proyección de Agrupación Nacional, ha optado por evitar la asociación directa con una figura polémica como Bannon y con un gesto que ha causado rechazo público.