Policías iraníes desertaron en plena revuelta contra el régimen. Así lo constata el Instituto por el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés) en su informe diario sobre la situación en el Irán a raíz de las protestas masivas por el brutal asesinato de la joven Mahsa Amini en manos de la policía de la moral. Según esta agencia, activistas proderechos iraníes habrían filtrado un documento confidencial que recoge las conversaciones entre el Líder Supremo Ali Khamenei y los responsables de las fuerzas de seguridad del país a principios de año, cuando las manifestaciones todavía no habían decaído. En esta reunión, tratan las razones por las cuales muchos agentes de la policía se rindieron o desertaron con el estallido del movimiento por la "mujer, de la vida y la libertad".
La policía se rebeló contra el régimen
Según han detallado los medios locales que han dado resonancia al documento filtrado, "los altos funcionarios de seguridad informaron en la reunión con Khamenei de que muchos agentes de seguridad habían abandonado sus puestos, se negaron a utilizar la violencia contra los manifestantes, y en algunos casos incluso engañaron a sus jefes para ayudar a los manifestantes". Una vez expuestas estas preocupaciones, trataron de buscar la raíz del problema y por qué se rebelaron los agentes. Según el documento en cuestión, algunos de los jefes policiales declararon que los miembros de las fuerzas de seguridad más jóvenes sentían "empatía" por la lucha de la juventud. Otro "identificó los bajos salarios de los servicios de seguridad como la causa principal, citando un incidente en el cual las fuerzas de seguridad saquearon un almacén de comestibles en Karaj".
Fortalecer el adoctrinamiento de la policía
Otros señalaron el "decreciente compromiso ideológico entre las filas con los valores fundamentales del régimen" como fuente del descontento a las fuerzas de seguridad. Ante este panorama, algunos, incluidos el Líder Supremo, opinaron "que los informes eran exagerados y que los funcionarios del régimen tendrían que centrarse en el grado en que los servicios estaban preparados e ideológicamente inclinados a enfrentarse a los manifestantes", de la misma manera que otros sugirieron fortalecer el adoctrinamiento ideológico entre las filas.