A menos de un mes de las elecciones de los Estados Unidos, algunos estados abren sus urnas anticipadamente. El voto anticipado es muy recurrente en el país y sirve para tomar el pulso electoral en torno a la participación en algunos estados clave. Es el caso de Georgia, uno de los conocidos como swing states (estados que no están tradicionalmente comprometidos con un partido), que ha dado el pistoletazo de salida al voto anticipado y ha abierto sus colegios electorales con un récord de asistencia. Más de 300.000 personas han acudido a las urnas el primer día.
El periodo de voto anticipado ha empezado en Georgia y durará hasta el mismo día de las elecciones presidenciales, el 5 de noviembre. Según las autoridades estatales, unos 305.000 ciudadanos han votado el primer día que las urnas estaban abiertas. Gabriel Sterling, encargado de supervisar el proceso electoral, ha dicho que es un 123% más que el anterior récord.
¿A quién beneficia?
Si bien los últimos años los proyectos electorales, sea en forma de sondeos como de proyecciones de participación, han sido poco efectivas, es inevitable preguntarse a quién podría beneficiar este aumento de la participación respecto a comicios anteriores. Georgia tiene cerca de 7 millones de votantes censados, con una mayoría de votantes blancos (51,6%). El legislativo del estado, controlado por los republicanos, ha aprobado los últimos años una serie de leyes que, según los demócratas, podrían dificultar el acceso al voto. Brad Raffensperger, secretario de estado electo republicano, se enfrentó en 2020 a los intentos de Trump de interferir en el resultado electoral, ganándose así la enemistad del expresidente y de gran parte del partido.
Por lo tanto, a pesar de la tendencia republicana a escala estatal, no asegura un apoyo nacional a Trump. Por otra parte, el voto anticipado ha beneficiado tradicionalmente al Partido Demócrata y se podría esperar que en esta ocasión se siguiera la misma tendencia.
La campaña se vuelve más personal
Los candidatos a la Casa Blanca, el republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris, a tres semanas de los comicios, visitan varios estados claves con un tono más agresivo y personal. "Me parece que (Donald Trump) se presenta para no tener que ir a la prisión", ha afirmado el todavía presidente, Joe Biden, durante un mitin en Filadelfia en el que se ha ensañado con su predecesor: "Ha conseguido retrasar la sentencia, pero quiero ver esta sentencia". Harris, por su parte, ha estado en Michigan, otro de los estados que decidirán al ganador de las elecciones.
Por su parte. Trump no ha querido revelar si ha hablado con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, desde que dejó el poder, pero dijo que sería "inteligente" hacerlo: "Si soy amigable con la gente, si tengo una relación con la gente, eso es algo bueno, no malo, para el país".