Los problemas de Alemania con el gas que recibe de Rusia no son ninguna broma. El país ha dejado de recibir 10 millones de metros cúbicos de gas cada día, según informa el diario económico Handelsblatt, lo que representa un 3% de la demanda. Hasta ahora eso no ha provocado ningún descalabro económico o social, pero sí ha extremado la prudencia y ha constatado que Rusia utiliza la exportación de gas y petróleo como una palanca de presión. Esta deficiencia de gas se sustituye por gas licuado, que tiene un precio más elevado, según ha reconocido el ministro alemán de Economía, Robert Habeck (Verdes).
Deutschland muss sich auf täglich rund zehn Millionen Kubikmeter Gas weniger einstellen. Der Wirtschaftsminister setzt auf neue Verträge für Gazprom Germania – doch die werden teuer. https://t.co/R8oRevLM2c
— Handelsblatt (@handelsblatt) May 12, 2022
Según el análisis que hacen en Alemania, Moscú no quería atacar el negocio del gas entre el país teutón y Rusia en su conjunto, sino sólo a la empresa Gazprom Germanía, y para eso ha centrado sus sanciones en el objetivo de desintegrar esta compañía, coincidiendo con que ha quedado bajo el control público de la Agencia Federal de Redes. Según esta agencia, las cantidades de gas que faltan a Alemania a causa de las sanciones, se están adquiriendo íntegramente a través del mercado europeo del gas. Añade que eso ha provocado un aumento moderado de los precios al por mayor, pero dentro del rango de fluctuación de las últimas semanas.
Rusia suministra actualmente un máximo de 110 millones de metros cúbicos de gas ruso a través de Ucrania cada día. Pero según información rusa, el volumen el martes era de 95,8 millones de metros cúbicos. Y el miércoles, el volumen de gas había caído hasta los 72 millones de metros cúbicos. La guerra por la invasión de Ucrania no es ajena a estos altibajos, que el ministerio de Economía alemán intenta relativizar. Pero el hecho es que el consumo anual de gas ruso ha pasado de 45.000 millones de metros cúbicos a 30.000 millones, y la diferencia se compensa ahora con suministros de gas líquido. "Con el fin de reducir las crecientes incertidumbres en el negocio del gas con Rusia, el gobierno alemán está haciendo todo lo posible por conseguir proveedores adicionales y abrir nuevas rutas de suministro", añade Handelsblatt. Estas nuevas líneas de aportación de gas se realizan en barco, y por eso está construyendo conectores en varios puertos y está preparando cuatro naves con una capacidad de diez mil millones de metros cúbicos cada una. Dentro de un año calcula que ya lo tendrá todo en marcha, y eso puede cubrir la entrada de 32.500 millones de metros cúbicos de gas natural al año.
En Alemania existen además 47 almacenes subterráneos de gas en 33 ubicaciones, que son operados por unas 25 empresas. Además de la filial de Gazprom-Germania Astora, que opera la instalación de almacenaje mayor en Rehden (Baja Sajonia), el grupo de Dusseldorf Uniper tiene la mayoría de instalaciones de almacenaje. Estas instalaciones de almacenaje de gas están actualmente llenas casi en un 40%. Hace dos meses era poco más del 20 por ciento. La única excepción es la instalación de almacenaje de Gazprom en Rehden, que está prácticamente vacía y se encuentra al 0,5 por ciento.