La circulación de los trenes de alta velocidad (TGV) en Francia ha empezado a recuperar la normalidad este sábado, después de que el viernes unos "ataques masivos" contra la red ferroviaria provocara retrasos y cancelaciones en muchos trayectos, coincidiendo con el inicio de los Juegos Olímpicos 2024 en París. Un día después, el ministro de Transportes francés, Patrice Vergriete, ha asegurado que la situación ha mejorado y que "la vuelta completa a la normalidad está prevista para el lunes". En total, el sabotaje afectó a unos 150.000 de los 250.000 pasajeros que tenían programado un trayecto en alguno de los tres grandes corredores ferroviarios que se vieron afectados.
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Este sábado, la situación ha mejorado y, según ha hecho saber la operadora SNCF en un comunicado, "el tráfico en el este se ha reanudado esta mañana a las 6.30 horas" después de una noche de trabajo "en condiciones difíciles a consecuencia de la lluvia". A pesar del avance, SCNF ha reconocido que todavía se están registrando retrasos en los desplazamientos al norte, al oeste y al suroeste, donde 7 de cada 10 trenes acumulan una o dos horas de retraso con respecto al horario habitual. "Dada la situación, el tráfico seguirá con interrupciones en el eje norte, pero tendría que mejorar en el eje del Atlántico a medida que adelanta|avanza el fin de semana", ha puntualizado la operadora estatal. Por su parte, el operador ferroviario alemán Deutsche Bahn ha anunciado que los servicios de tren entre París y Alemania ya funciona con plena normalidad después de los ataques.
Con respecto a la investigación de los ataques masivos, el ministro de Transportes francés ha admitido que "no hay elementos nuevos", pero que ha destinado a "una cincuentena de investigadores" que trabajan para "encontrar rápidamente a los culpables y poder sancionarlos". El origen del sabotaje fue un incendio en tres equipamientos de señalización situados en puntos estratégicos de tres de los grandes corredores de TGV, el del Norte, el del Este y el del Atlántico. En el cuarto corredor, por donde circulan las líneas que van de París a Lyon, Marsella o Barcelona, hubo otra tentativa de ataque, pero unos empleados pararon a un grupo de individuos que estaban intentando quemar otra instalación.
Los ataques obligaron a cancelar 200 de los 750 trenes de alta velocidad que estaban programados el viernes en Francia. De momento, en el corredor Este, que va de París en dirección de Luxemburgo y Estrasburgo, los trenes circulan este sábado con normalidad desde las 6.30, mientras que en el eje Norte (de París en dirección de Lille, Londres, Bruselas, Países Bajos y el norte de Alemania), funcionan el 70% de los convoyes con una y dos horas de retraso. En el eje del Atlántico (las líneas de París en Bretaña y en destinos del suroeste, como Burdeos, Tolosa o el País Vasco) también funcionan un 70% de los trenes, y de nuevo acumulan entre una y dos horas de retraso.
Para intentar impedir que se repita el sabotaje, se ha reforzado la vigilancia de las vías con un millar de empleados de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF), pero también con 250 agentes de seguridad, 50 drones y helicópteros de Gendarmeria. "El objetivo evidentemente es evitar una nueva operación de sabotaje, sobre todo allí donde fracasaron, en la línea del Sureste," ha remarcado el ministro francés.