El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció este viernes la suspensión a partir del lunes de todos los corredores aéreos seguros que permitían a viajeros de algunos países eludir una cuarentena al llegar al Reino Unido, a fin de evitar la importación de nuevas variantes del coronavirus.
Países como España, Francia e Italia ya estaban fuera de esa lista de orígenes considerados seguros, pero quienes viajaban desde Noruega, Australia y Japón, entre otros territorios, aún estaban exentos del aislamiento obligatorio durante diez días.
El anuncio se produce después de que ayer Londres prohibiera los viajes desde Sudamérica y Portugal a raíz de la detección de una nueva variante del coronavirus en Brasil de la que todavía no se sabe con certeza si es más contagiosa o bien si puede ser resistente a las vacunas.
En una rueda de prensa, Johnson indicó que el cierre de los corredores aéreos tiene como objetivo proteger al Reino Unido de cualquier posible "cepa sin identificar" que pudiera entrar en las islas británicas.
Londres se justifica
El Gobierno británico justificó este viernes el veto a los vuelos de Sudamérica y Portugal, en vigor desde esta madrugada, como mecanismo "preventivo" con el que proteger su plan de vacunación ante el temor a una "preocupante" cepa emergente de coronavirus detectada en Brasil.
El Reino Unido tiene blindada la entrada a los servicios aéreos provenientes de 14 países de América del Sur, Portugal y Cabo Verde. Prohibición de la que quedan exentos británicos e irlandeses residentes en las islas británicas -que han de aislarse diez días a su llegada- y transportistas que partan de Portugal llevando bienes "esenciales".
La norma obedece a los renovados temores entre la comunidad científica a una mutación presuntamente más contagiosa registrada en Brasil de cuya presencia, según afirmó hoy el ministro británico de Transporte, Grant Shapps, "no se tiene constancia" hasta la fecha en este país.
El Gobierno eliminará además a partir del lunes todos los corredores aéreos seguros que permitían a algunos viajeros eludir la cuarentena obligatoria de diez días a su llegada al Reino Unido, a fin de tratar de evitar la importación de cualquier "cepa sin identificar", según anunció hoy el primer ministro, Boris Johnson.