El Reino Unido se ha lanzado a hacer tests rápidos de antígenos entre la población británica, y ha comprado más de 200 millones de unidades que permitirán conocer en 15 minutos si una persona es portadora de la covid, según informa The Daily Telegraph. Los que realicen la prueba deberán pagar 5 libras, el equivalente de 6,6 euros, pero si el resultado es negativo, tendrán como premio una entrada para asistir a actos deportivos o culturales el mismo día y dentro de la misma ciudad.

El gobierno británico prevé que en enero recibirán 60 millones de tests, y que para marzo al menos llegarán 192 millones más. Aseguran que los tests pueden detectar con este sistema 3 de cada 4 casos positivos de covid, con una precisión del 95% si la persona tiene carga viral alta.

La ofensiva en tests rápidos se añade a la decisión que anunció al primer ministro británico, Boris Johnson, la semana pasada de un confinamiento nacional para Inglaterra de un mes de duración, hasta el 2 de diciembre, a causa de los alarmantes datos de la pandemia de la covid-19.

El primer ministro britànico, Boris Johnson, en una rueda de prensa sobre la pandemia / EFE

Esta medida, que pone fin a la estrategia de restricciones locales por la que había apostado el Gobierno conservador británico, supone el cierre obligado de los comercios y negocios no esenciales, así como de toda la hostelería, aunque escuelas y universidades continúan abiertas.

El anuncio de Johnson llegó el mismo día que el Reino Unido ha anunciado que ha superado el millón de casos confirmados en PCR en laboratorio desde que estalló la pandemia.

El primer ministro justificó la medida con el argumento de que si no se produce ahora, el cierre puede colapsar la sanidad pública británica (NHS), sometida ya una fuerte presión por el aumento de casos en las últimas horas.

"Los comercios no esenciales y los recintos de entretenimiento cerrarán, y los pubs y restaurantes tendrán que cerrar excepto para servir comida a domicilio", señaló Johnson, antes de puntualizar que los puestos de trabajo para la gente que no pueda trabajar desde casa, como la construcción, sí que continuarán abiertos.