El postbrexit ha comportado la movilización, anunciada el miércoles por el primer ministro británico, Boris Johnson, dos patrulleras de la Royal Navy con destino en la isla anglonormanda de Jersey ante la convocatoria de una protesta de un centenar de embarcaciones pesqueras francesas.
La isla de Jersey, conocida también por su 'flexibilidad fiscal', está situada en el canal de la Mancha a unos veinte kilómetros de la costa normanda y a casi ciento cincuenta de la costa del sur de Inglaterra. Su estatus oficial es el de Dependencia de la Corona, es decir, cuenta con un gobierno autónomo y no forma parte estricta del Reino Unido, pero sí está bajo su protección y sus habitantes son ciudadanos británicos.
Ahora, dentro de las negociaciones postbrexit, los pescadores franceses han anunciado para este mismo jueves una protesta delante de la costa de Jersey, en desacuerdo con las nuevas normas de licencia pesquera en el marco del acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Reino Unido por el Brexit. Se calcula que participarán en la protesta un centenar de embarcaciones y la acción podría ser paralela al anuncio de represalias por parte de Francia por su desacuerdo con las restricciones pesqueras establecidas en aguas de este territorio.
Bloqueo injustificado
Según fuentes de Downing Street, Johnson ya ha transmitido al ministro principal de Jersei, John Le Fondré, que "cualquier bloqueo" por parte de Francia estaría "completamente injustificado", y por eso ha tomado la mesura de enviar patrulleras de la armada como "medida de precaución" con el fin de "monitorizar la situación".
"El primer ministro (británico) y el ministro principal (de Jersey) han subrayado la necesidad de desescalar tensiones y que haya diálogo entre Jersey y Francia sobre el acceso pesquero", afirmó Downing Street.
Presión francesa
Por su parte, la ministra francesa del Mar, Annick Girardin, ha indicado que Jersey ha impuesto limitaciones a los barcos franceses sobre cuántos días pueden pescar, qué especies pueden capturar y las artes de pesca de las que se pueden servir.
Girardin considera estas medidas un incumplimiento de los acuerdos del Brexit y ha hecho notar que París dispone de mecanismos de presión contra Jersey, como el suministro de electricidad en la isla a través de un cable submarino que llega desde Francia. El postbrèxit está llevando a Boris Johnson más quebraderos de cabeza de los previstos.