El Partido Republicano mantendrá el control de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos —la cámara baja del Congreso— después de haberse asegurado los 218 asientos que marcan la mayoría absoluta, según datos del recuento de Associated Press de este jueves, y a falta que se complete el escrutinio en nueve distritos, de los cuales los conservadores van al frente en cuatro. Los republicanos también han obtenido la victoria en el Senado, de manera que Donald Trump iniciará el segundo mandato con todo el poder legislativo a favor, al cual hay que sumar también el poder judicial, donde hay mayoría conservadora. Así pues, ejecutivo, legislativo y judicial estarán bajo manos conservadoras, una situación que ya vivió Trump al inicio de su primer mandato, y que le permitirá aprobar las medidas, reformas y nombramientos que considere oportunos. Este reparto de fuerzas se mantendrá al menos durante dos años, hasta las elecciones de medio mandato, cuando podría cambiar el color de las cámaras del Congreso.
Los republicanos podrían alcanzar a una mayoría de 222 representantes, mientras que los demócratas, que tienen 208 asegurados, llegarían a los 213, lo que representa una mayoría similar a la que hay actualmente, ya que hay 220 representantes rojos y 213 azules, con dos asientos vacantes. En el Senado, el reparto de escaños ha quedado en 53 a 47 a favor de los republicanos, que han arrebatado cuatro asientos a los demócratas. La mayoría republicana en la Cámara de Representantes, sin embargo, es bastante estrecha, y de hecho, en tres circunscripciones se tendrán que celebrar elecciones especiales anticipadas porque Trump ha nombrado a tres congresistas para su equipo de gobierno, hecho que debilita de forma temporal su ventaja en el legislativo.
El legislador Mike Johnson continuará como líder de los republicanos en la cámara baja, después de que el partido y Trump le haya dado luz verde para un segundo mandato. En una comparecencia en el marco de un encuentro del grupo republicano en la Cámara este miércoles, Johnson mencionó "el coste de la vida, las fronteras abiertas, la inestabilidad global, la inseguridad y la agenda 'woke' radical" como las principales preocupaciones de los ciudadanos de los EE.UU., y prometió "soluciones" para abordar estas cuestiones. "Nuestra fuerte mayoría está deseando avanzar en la agenda que ponga el pueblo americano primero", afirmó posteriormente en un mensaje publicado en X. En el Senado, el legislador John Thune será el nuevo líder, después de tomar al testigo que había ostentado durante 18 años Mitch McConnell.