Suenan las sirenas antiaéreas una vez más al centro de Kyiv. "Suenan varias veces al día desde el primer día que empezó todo, explica en Dmytro. "Creo que la gente ya se ha acostumbrado y algunos ya empiezan a ignorarlas". Al principio, cuando sonaban las sirenas, la mayoría de la gente corría a los refugios, ya fueran las estaciones de metro con una capacidad para 100.000 personas donde hay lavabos, agua y medicamentos o sótanos de edificios. "Día y noche la gente corría a los refugios, yo prefiero quedarme en casa". En conversación con ElNacional.cat comenta que los bombardeos no son tan intensos como Járkov –donde la ciudad está siendo destruida.
Normalmente, detalla, va a comprar al supermercado por la tarde. "Por la mañana, a primera hora es cuando se forman las colas. Cuando fui hace tres días a buscar comida en el supermercado, no había largas colas. Desde hace dos días está prohibido vender alcohol. Seguramente es una decisión racional, pero echo de menos una copa de vino por las noches". Preguntado por lo que acostumbra a escasear más en el supermercado, Dmytro dice que lo que normalmente es difícil de conseguir son el pan, huevos, granos de alforfón y carne de pollo. "Creo que la gente que viene a las mañanas compra grandes cantidades. No es drástico. En principio al día siguiente vuelve a haber".
"Los rusos, según nuestra información oficiales, han perdido a 6.000 soldados –en el momento de la conversación. Ahora hay un problema con los cuerpos de los soldados rusos. Hay unos cuantos. Así que las autoridades ucranianas han pedido ayuda a la Cruz Roja para devolver los cuerpos en Rusia. Muchos soldados están desertando o rindiéndose ante civiles", puntualiza. De hecho, en algunas ciudades y carreteras se están cambiando las señales de tráfico para confundir a los rusos o, como mínimo, para ofrecer más resistencia.
Soldado en la reserva: ¿qué quiere decir?
En Dmytro vive cerca del centro de Kyiv, en un apartamento de nueve pisos. "Creo que el peligro es estar cerca de objetivos estratégicos que los rusos tienen intención de atacar. No estoy seguro si los hay cerca de mí. Intento no ponerme cerca de las ventanas". En este sentido, destaca que los rusos atacan desde el norte y nordeste.
Ucrania prohibió ya la semana pasada que los hombres de entre 18 y 60 años salieran del país. También le hemos preguntado a Dmytro por sus intenciones. Así, ha dicho que no piensa en salir de Kyiv y que hoy por hoy está en una lista de reservas secundaria, que es para la gente que no tiene experiencia militar. "Si la guerra continúa, por ejemplo, si Kyiv finalmente está rodeado o hay un bloqueo de la ciudad, todo el mundo de estas edades se tendrá que unir al ejército. En este momento, las unidades de defensa prefieren personas que tengan una pizca de nociones o que hayan estado previamente. Mucha gente, sin embargo, no tiene experiencia y han pasado por diferentes cursos y entrenamiento".
"Ojalá, las negociaciones iniciadas traigan a un alto el fuego y después el final de la guerra. Sin embargo, si la guerra persiste, los ciudadanos, igual que los ucranianos en todos los otros sitios, están dispuestos a participar", concluye.