Rusia ha contestado con violencia al llamamiento diario del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para una tregua en los ataques aéreos contra infraestructuras civiles. Esta madrugada, Kyiv ha sufrido uno de los bombardeos con misiles y drones más masivos de los últimos meses, según han informado las autoridades ucranianas. El ataque ha provocado la muerte de nueve personas y ha dejado más de 70 heridos en varios distritos de la capital ucraniana. Según fuentes oficiales, decenas de edificios residenciales y comerciales, vehículos, almacenes, garajes y otras infraestructuras civiles han quedado destruidos o gravemente dañados.

 

Cancelada la reunión de ministros en el Reino Unido para la paz en Ucrania: los EE.UU. van por libre
 

Se filtra el plan de los EE.UU. para conseguir la paz entre Rusia y Ucrania: todos detalles
 

Polos entre Ucrania y los EE.UU. sobre ceder territorio: líneas rojas
 

El ministro del Interior de Ucrania, Ihor Klymenko, informó de que los equipos de emergencia seguían buscando bajo los escombros al menos a una decena de desaparecidos, horas después de haber concluido el ataque. El distrito más afectado ha sido el de Sviatochyn, en el este de la ciudad. Según ha podido constatar la agencia Efe, los proyectiles rusos causaron graves desperfectos en edificios de viviendas y casas bajas situadas cerca de las instalaciones de la empresa aeronáutica ucraniana Antónov, algunas de las cuales quedaron totalmente destruidas.

El Ministerio de Defensa de Rusia ha calificado el bombardeo de "masivo" y ha afirmado que se llevó a cabo con armas de largo alcance y alta precisión. Según el departamento militar ruso, el objetivo de los ataques eran instalaciones militares como fábricas de misiles, de tanques y de maquinaria, así como infraestructuras para la producción de combustible y munición.

A pesar de estas declaraciones, las autoridades ucranianas insisten en que el ataque ha tenido un impacto devastador principalmente sobre la población civil, y denuncian una vez más la estrategia de terror aplicada por Moscú contra ciudades alejadas del frente de guerra. Este nuevo episodio de violencia llega en un momento en que Ucrania intenta ganar apoyos internacionales para forzar una desescalada del conflicto e iniciar negociaciones de paz.

Zelenski asegura que Rusia no quiere la paz

Las autoridades ucranianas han confirmado que ocho de las nueve víctimas mortales del reciente ataque ruso contra la capital perdieron la vida en el barrio de Sviatochyn, en el oeste de Kíiv. El alcalde de la ciudad, Vitali Klichkó, lo ha comunicado desde el mismo lugar de los hechos, donde los equipos de emergencia seguían trabajando horas después de los impactos. Una vez desactivada la alerta aérea que avisaba del bombardeo, que ha sacudido Kyiv pasada la medianoche, muchos residentes de Sviatochyn intentaban recomponerse del impacto emocional, sentados en los bancos del barrio, con lágrimas en los ojos o la mirada perdida. Otros hacían recuento de los daños en vehículos, viviendas o comercios.

Zelenski recurre a X para dejar en evidencia Trump sobre Crimea: "Emociones fuertes"
 

Según la Fuerza Aérea ucraniana, Rusia utilizó en este ataque un arsenal impresionante: 11 misiles balísticos Iskander-M, 37 misiles de crucero Kh-101, 6 misiles Iskander-K, 12 misiles Kalibr, 4 misiles guiados Kh-59 y Kh-69, y un total de 145 drones, entre ellos numerosos drones kamikaze Shahed. 70 misiles lanzados, las defensas ucranianas interceptaron 48, un porcentaje inferior al de anteriores ofensivas. Expertos lo atribuyen a la creciente escasez de municiones y sistemas antiaéreos.

El presidente ucraniano ha condenado con firmeza el ataque, que considera una prueba más de la falta de voluntad del Kremlin para poner fin al conflicto. Zelenski ha ordenado a su ministro de Defensa, Rustem Umérov, que comunique con urgencia a los aliados internacionales las necesidades de Ucrania para reforzar sus defensas aéreas. Además de Kyiv, el bombardeo también provocó daños significativos en otras regiones del país, como Járkov (nordeste), Dnipropetrovsk y Jitómir (centro), Zaporiyia (sureste) y Khmelnitski (oeste).

Este ataque se produjo en un contexto de tensión diplomática creciente. En la víspera, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, acusó de nuevo a Zelenski de obstaculizar los esfuerzos de paz, criticando su negativa rotunda a reconocer Crimea como territorio ruso —una de las condiciones del plan de paz propuesto por la Casa Blanca—. Trump, sin embargo, no ha condenado explícitamente ninguno de los bombardeos rusos recientes contra zonas residenciales de Ucrania.