El pulso de Polonia a la Unión Europea continúa en un nuevo capítulo previsible. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) tumba parte de la reforma judicial en Polonia. La justicia europea ha sentenciado que la reforma del régimen judicial que impulsaba el país centroeuropeo va en contra del derecho de la Unión.
En la sentencia que se ha hecho hoy pública el TJUE asegurar que no se dan las "garantías necesarias" para "evitar cualquier riesgo" de "control político" del contenido de las decisiones judiciales.
Un régimen en dedo
La justicia europea este martes ha dictado en contra del régimen judicial polaco que permitía al ministro de Justicia adscribir jueces a tribunales superiores penales, cosa que pone en riesgo la independencia judicial, según remarca Efe.
Actualmente, el ministro de Justicia, que es al mismo tiempo el fiscal general -como si esta duplicidad no fuera suficiente-, puede escoger a voluntad a los jueces de los tribunales superiores. Para acabar de darlo los puede destituir en cualquier momento sin tener que justificarse.
Todo constituye para el TJUE una clara injerencia política en la independencia del poder judicial, la cual es uno de los fundamentos de la Unión Europea. En la sentencia recopilación que no han podido verificar que este sistema presente ninguna de las garantías necesarias para proteger la independencia de los tribunales.
"La exigencia de independencia judicial obliga a que las normas relativas a estas comisiones de servicio presenten las garantías necesarias para evitar cualquier riesgo que se utilicen como medio para controlar políticamente el contenido de las resoluciones judiciales, en particular en el ámbito penal", expone el tribunal con sede a Luxemburgo.
El tribunal acaba aquí su argumentación, añade que todo comporta que "durante su comisión de servicio, no disfrutan de las garantías y de la independencia de que todo juez tendría que disfrutar normalmente en un Estado de Derecho".
Jarrón de agua fría en plena crisis
La sentencia llega cuando en Polonia, uno de los nuevos baluartes de la resistencia interna anti UE, se enfrenta a la venganza del presidente bielorruso, Alexandr Lukaixenko. El país ha pedido ayuda a la UE, a la vez que denuncia las sanciones que esta le aplica para saltarse el derecho europeo.
La deriva antieuropeísta del gobierno polaco ha llegado a un extremo en que han asegurado que si la Comisión Europea saca adelante el hipotético bloqueo de los fondos de recuperación destinados a su gobierno en caso de que no cumpla las exigencias en materia de reformas y Estado de Derecho, podría soltar la "tercera guerra mundial".
Estas sanciones que se mencionan son justamente las que los dirigentes de la UE tendrán que decidir si tomar ahora que tienen la sentencia del TJUE.